Varietés.

Ha muerto Arturo Tejerina. Ya, muchos pensareis: "¿y quién coño era ése?". Pues hombre, para reconocerle a la primera lo único que os puedo decir es que era el periodista feo que salía en "Con T de Tonta", el ex-programa de Terelu Campos en Telemadrid. Si aún así seguís sin saber quién era, coño, haceos un google. Me caía bien, qué le voy a hacer. Era uno de esos típicos contertulios que, cuando salía de la mesilla de la carnaza rosa, daba gusto oirle hablar. Y de paso visitais esa bonita página en la que enterarse de tooodas las últimas defunciones habidas en este mundo, que de todo hay en la viña virtual del señor Gates.

Otro sitio para visitar mientras las cosas estén como están, a ver si se llenan sus calles de maricones. Declaraciones del alcalde de Moscú: “Nos pusimos de acuerdo con ellos en la no ampliación de la OTAN, en el rechazo al escudo antimisiles y unos años más tarde tenemos la OTAN a nuestras puertas, el escudo ante nuestras ventanas y las manifestaciones gays delante de nuestras puertas. Hay una relación directa entre los misiles y la orientación sexual no tradicional. Son armas de destrucción masiva, instrumentos de lucha contra nuestra soberanía“. Ejem.

Mientras tanto, en el muy moderno estado de Bahrain (quinto pino a mano derecha después del oasis), las autoridades están diseñando una serie de medidas para impedir que los gays entren en el país. Ni siquiera dejarles pasar de las puertas del aeropuerto. ¿Harán la prueba del algodón para saber qué turistas son gays y cuáles no? Supongo que habrá muchos países musulmanes a los que les joderá mil ser paraísos del turismo sexual gay... Que se jodan, hombre. A ser posible, entre ellos.

¿Desarmarización futbolera? No creo, porque no se ha montado ningún revuelo con este tema, y era para que hubieran llovido bombas sobre el Bernabeu. O quizás el chico le ha echado huevos y ha pensado "qué coño, con lo que me han pagado hasta ahora puedo vivir hasta los 92...". No sé yo. El caso es que ya va siendo hora de levantar la veda a estos pobres chicos, que tienen tanto derecho a ser gays o no serlo como cualquier otro ser humano. O a que lo que piensen las hordas de hooligans descerebrados que les insultan desde las gradas les sude la polla.

En Edimburgo, sin embargo, cualquiera puede salir del armario sin bombas ni histrionismos. El cuerpo de Policía de la ciudad fue premiado como "mejor empleador de LGBT", y ahora, en el "Mes Británico de la Historia Gay" (centenares de eventos para recordar a todos aquellos que han supuesto algo en la cultura, historia, política, del país) los cuarteles celebran este premio haciendo ondear la bandera gay en sus tejados. Por supuesto, ha habido quejas. ¿De quién? De los católicos...

¡Y bueno, vale, basta! Que cuando me da por las news me pongo de un pesao...