sábado, 2 de febrero de 2008

Neuróticos.

Esta vez ha sido un juez en una ciudad de la provincia de Ontario, Canada (tan modernos ellos).
En el juicio que se está llevando a cabo por la violación de un preso en la cárcel en la que cumplía condena, el juez ordenó, cuando se supo que el tal preso -principal testigo de la defensa, claro- estaba enfermo de SIDA, que le pusieran una mascarilla en la cara y se trasladara el juicio a una sala más grande, según él porque "el virus del VIH puede vivir en un ambiente seco por años y años, y sólo necesita de humedad para reactivarse a si mismo. Él me esta hablando a dos pies de distancia, él tiene dos serias enfermedades infecciosas" -refiriéndose al SIDA y a la hepatitis C- "o le pone una mascarilla a su testigo y nos movemos a un cuarto mas grande o no seguimos el juicio".
Ahí queda éso.
A pesar de las quejas de varios grupos, el juez ni siquiera ha recibido un toque de atención. Entiendo el miedo de la gente a muchas cosas, pero después de 25 años de SIDA y toda una vida de hepatitis, ésto pasa de castaño oscuro... en un juez. No sé, se les presupone un mínimo de cultura y conocimientos, ¿no?
Espero que al menos alguien le haya dicho que flipa.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, veo que el vivir en un pais "desarrollado" no implica que se tenga una mínima cultura. Menos mal que era juez, si llega a ser camionero (con todos mis respetos a los camioneros), al pobre chico lo lapidan allí mismo.

MadRod dijo...

Sigo pensando que tenemos suerte de estar en España.

Anónimo dijo...

Y tanto

my blue eye dijo...

La vergüenza ajena es una virtud, y me reafirmo, porque alguien así no tiene vergüenza propia y alguien tendrá que tenerla por él, digo yo.

MadRod dijo...

Amor, hay gente que no merece ni éso... Aunque supongo que se les debe -cursiva- TOLERAR -cursiva...