Sólo soy una persona.

Como decía Mecano, no soy ni hombre ni mujer, sólo soy una persona.
Pero hay gente que se empeña en etiquetarnos de todos los modos y maneras: color, tamaño, sexo, religión, política...
En Madrid, desde este momento, la Seguridad Social se hará cargo de las operaciones de reasignación de sexo. Para los que no hablan de una forma políticamente correcta: el cambio de sexo de los transexuales.
Pero la noticia no es sólo ésa, sino las reacciones de los particulares. Lo he leído, como siempre, en un periódico virtual, que te permite dejar comentarios en las noticias. Y madre mía, hay que ver para creer hasta dónde llega la incultura de la gente. Resumen: un capricho de los maricones...
Ni los transexuales son maricones, puesto que no son hombres a los que les gustan los hombres, ni mujeres a las que les gusten las mujeres, ni es un capricho, sino la solución a una enfermedad larga y mentalmente muy dolorosa, nacida en la infancia de las personas afectadas y que se extiende durante años y años de operaciones y tratamientos complicados que hasta el final sólo generan incomprensión, rechazo, incluso odio. Y encima avoca a muchos de los afectados a la prostitución.
No están pidiendo que les pongan unos morros enormes, ni pómulos bonitos, ni la polla de Nacho Vidal, ni un culo más redondito y respingón. Eso se lo seguirán pagando ell@s, si de verdad lo quieren o lo necesitan. Están pidiendo que les quiten lo que les amarga la vida entera. Es lo mismo que haría yo si tuviera 6 dedos, o 3 pezones, o 2 costillas de más, o cualquier otra excrecencia que no le perteneciera a mi cuerpo y que no me dejara vivir como vive cualquier otra persona: sin pensar que su cuerpo es un alien, que no es suyo, que no les pertenece tal y como es. Imaginad que tuvierais que ir toda la vida con un aparato sexual que no es el vuestro. Imaginad que un día os enamorarais de una persona, tuvierais una relación normal, y en el momento de disfrutar del sexo como todo quisqui, vuestra pareja se encontrara con que teneis el mismo aparato sexual que él/ella. Imaginad que vuestra cara fuera verde cuando vosotros sabeis que sois azules...
Entiendo, sin embargo, a los que se quejan de que no se incluyan otros tratamientos, pero no por los motivos que exponen en contraposición a la reasignación de sexo: que son más necesarios, que ésto es un capricho, que unos tienen más derecho que otros. Entiendo también a quien se enciende por tener que pagar unos empastes o unas lentillas -yo mismo tuve que pagar en 24 meses lo que me hizo el dentista-, pero ese ya sí que es otro tema: cuando los dentistas y los ópticos cierren sus consultas privadas, en este país volarán las ranas.