jueves, 31 de enero de 2008

Alegrías del 31 de Enero.

Y como lo prometido es deuda, acabo el mes Vintage con una canción que en su versión más conocida a quien más a quien menos le toca la medulilla.
Desayuno con diamantes (Desayuno en Tiffany's en su versión original, así como el nombre de la novela de Truman Capote en que se basa, haciendo referencia al sueño despierta de la prota de arrasar en la famosa tienda de joyas mientras come un croissant frente a su escaparate) es una de esas pelis icónicas en varios aspectos.
Primero, su preproducción, una de esas que tanto gusta comentar a los cinéfilos. Aunque ganó el Oscar al Mejor Guión Adaptado, la película se aparta bastante de la novela: desde el momento (la novela en los 40, la peli en los 60) hasta el final (abierto y bastante negro el de la novela, completamente feliz al estilo hollywoodiense el de la peli), pasando por la creación del personaje de la amante que mantiene al prota masculino (un pavisosísimo George Peppard, del que el director Blake Edwards se arrepintió de haber contratado), la transformación de lo que en la novela era claramente una prostituta de alto standing por la mucho más recatada -aunque algo loca- prota de la peli que se deja prestar 50 dólares para "ir al tocador", de la que en la peli no se menciona que se ha quedado embarazada de su amante brasileño, ni que es ligeramente bisexual, ni que varios de los hombres de los que habla en realidad pasan las noches con ella en su piso y pagan por ello.
Parece ser que Capote no se enteró de todos estos cambios hasta que se estrenó la peli, y le jodió bastante, así como que cambiaran a su estrella elegida en un principio -Marilyn Monroe, quien, aunque el guión se había escrito específicamente para ella, declinó la oferta por querer apartarse del tipo de papel que la había hecho famosa-, y al director que él quería -John Frankenheimer, al que el estudio rechazó por ser un novato que habría hecho un drama demasiado oscuro y porque Audrey Hepburn prefería a Edwards-. Pero la sangre no llegó al río: una vez vendes...
En cuanto a los típicos cotilleos que me gusta contar (aparte de los que ya he puesto, que ya tienen su miga), comentar que la canción, que fue escrita por Henry Mancini y Johnny Mercer basándose en lo que la Hepburn había cantado en "Una cara con ángel" -más bien poquito, la pobre- fue en un principio rechazada por el estudio, pero en esa reunión estaba la Hepburn, que parece ser que dijo que la canción desaparecería "sobre su cadáver", según las diferentes versiones, con esas mismas palabras o con otras bastante más coloridas. La cabezonería de la prota le procuró a la peli un Oscar a la Mejor Canción (¿quién dijo que hace falta cantar bien para interpretar una buena canción?), así como el de la Mejor Banda Sonora. Otra historia: la famosa escena del escaparate fue, a pesar de su aparente sencillez, la más difícil de rodar: se rodó en locaciones reales, en pleno Manhattan, sin poder cortar el tráfico como se necesitaba; hubo un accidente con un técnico que casi se electrocutó; Hepburn odiaba los bollos y terminó más que harta después de varias repeticiones... Más: incluso el propio director y el guionista han comentado años después (tras la lluvia de críticas a propósito del tema) que de haberlo sabido no habrían cogido a Mickey Rooney para el papel del vecino japonés (según el director) ni lo habrían descrito tan estúpido (según el guionista). Kim Novak se ofreció para el papel cuando lo rechazó Marilyn, pero el estudio prefirió a Audrey; por otra parte, el papel masculino era para Steve McQueen, que no pudo realizarlo por tener la agenda llena. El papel de Gato fue interpretado por... ¡9 gatos diferentes!. En el 66 se intentó producir un musical basado en la peli, protagonizado por Mary Tyler Moore, pero el tema se complicó tanto que no llegó a estrenarse. Gracias a esta peli, Audrey se convirtió en la segunda actriz mejor pagada de la época, por detrás de Elizabeth Taylor. El vestido negro de Givenchy que luce con tanta gracia y que se ha convertido en uno de los iconos del siglo XX se subastó en 2.006 en Christie's, vendiéndose por 700.000 euros, que fueron a parar a las obras benéficas de la actriz.
Curiosamente, la canción interpretada por la actriz no se incluyó en el álbum de la película, sólo la versión instrumental que se oye al principio, y no fue hasta la muerte de la actriz que se editó en un disco conmemorativo de su carrera.
Aunque ésta es la versión más famosa y querida por los melómanos, la canción tuvo infinidad de versiones, en disco o en actuaciones en directo: Andy Williams, Frank Sinatra (la más celebrada), Paul Anka, Louis Armstrong, Sarah Brightman, Perry Como, Ray Conniff, Bobby Darin, Mina, Barbra Streisand, Judy Garland, Johnny Mathis, Morrissey, R.E.M., Elton John, Sarah Vaughan, Westlife...
Aquí la teneis, para vuestro uso y disfrute:

Audrey Hepburn
"Moon River"

Moon River, wider than a mile,
I'm crossing you in style some day.
Oh, dream maker, you heart breaker,
wherever you're going I'm going your way.
Two drifters off to see the world.
There's such a lot of world to see.
We're after the same rainbow's end
waiting 'round the bend,
my huckleberry friend,
Moon River and me.




3 comentarios:

Jose dijo...

Y que en la peli aparecia Jose Luis de Villalonga, que era un total latinlover tipo dandy, latindandi... :)

O que la comunidad asiática odia la película (como se puede ver en una escena de la biografia de Bruce Lee...)

A. dijo...

Otra canción digna de hacer un recopilatorio de versiones en CD. Pongo a trabajar la mulilla.

MadRod dijo...

Sip, todo éso y mucho más, pero me estaba saliendo una entrada tan larga...
A: cómo mola la mula, eh? ;)