Ésto es lo que podrá decir en aproximadamente cuatro meses Thomas Beatie. Hasta ahí, todo normal. Pero no lo es. Al menos, para las estrechas miras de gran parte de la sociedad. ¿Por qué? Pues porque Thomas es un hombre transexual.
Para quien no lo entienda: nació con cuerpo de mujer.
Después de años y años de tratamientos hormonales, de haberse quitado los pechos, de ser considerado un hombre legalmente, de haberse casado legalmente con su mujer Nancy, Thomas decidió, en parte porque siempre quiso tener hijos y en parte porque su mujer no puede tenerlos a causa de una operación antigua, que él mismo tendría a su bebé. Que sería él quien se quedaría embarazado.
Al no haberse sometido aún a la operación de reasignación de sexo (o como la querais llamar), Thomas aún cuenta en su interior con todo lo necesario para llevar a término un embarazo, de modo que, después de 8 años sin tener la regla, hace un tiempo dejó los tratamientos hormonales y comenzó a recorrer especialistas. Pero no fue nada fácil. Prejuicios éticos y religiosos denegaron a esta pareja la ayuda y el tratamiento que necesitaban. Después de miles de dólares, 8 especialistas diferentes, y tener que oir estupideces tales como que no le tratarían mientras llevara barba, encontraron un banco de semen gracias al cual han conseguido su objetivo. Y a la segunda, algo que, desafortunadamente, no pueden disfrutar muchos otros padres que recurren a la fecundación artificial.
Parece ser, por lo que he leído buscando información sobre ellos, que ya ha habido antes transexuales que han llevado embarazos a término, pero no he conseguido encontrar artículos que lo confirmen. Sí que he encontrado, sin embargo, algo que me parece bastante absurdo, que es los varios intentos de dejar embarazado a un hombre. No a un transexual, sino a un hombre, con todo su cuerpo de hombre, implantando un óvulo fecundado en su peritoneo y sometiéndole a un tratamiento hormonal -nada que ver con la transexualidad- que le permita llevar el embarazo a término (¿alguien recuerda cuando estaba de moda decir gilipolleces sobre Miguel Bosé...?) que hasta ahora han fracasado.
Éste, para mí, es un embarazo natural, en una familia normal. Por supuesto, hay opiniones para todo; desde los que esperan que dios les fulmine a los tres mañana mismo por ser aberraciones de la naturaleza, hasta los que lo consideran algo totalmente normal. Pasando por aquellos que piensan que la niña (porque es niña, ya lleva 5 meses embarazado y ya lo saben) tendrá un trauma tremendo cuando se entere de cómo fue concebida o cuando se enteren sus compañeros de colegio y, con la crueldad propia de los niños, le hagan saber que es un engendro. De entrada, y por naturaleza, no han de tener problema alguno con el parto o la salud del bebé.
Espero que de aquí a unos años, cuando esta niña vaya al colegio, el resto de niños hayan recibido la educación necesaria como para saber que sí, desde luego, la niña fue engendrada -no que sea un engendro, curiosa variación entre una palabra y otra- en una familia como cualquier otra, con un padre -tanto si Thomas concluye su reasignación con una operación completa como si no- y una madre. O, ya de paso, que les parezca tan natural como su propia familia otra con dos padres o dos madres. Igual de natural que resulta cualquier familia monoparental, por ejemplo.
Bueno, me estoy yendo por la tangente, y probablemente me he comido algo que necesitaba decir, tanto en cuanto a la historia en sí como a mi propia opinión. Pero señores, para éso están los comentarios.
Gracias a Carmen por el aviso.