martes, 18 de diciembre de 2007

TUBERÍAS

No haces otra cosa,
en el ojo del huracán,
sino emitir llamadas de socorro
que nadie puede escuchar.
En la enorme solemnidad del tubo que no te toca
flotas, indemne,
y esperas porque sabes lo que va a pasar.
No sirven de nada las oraciones
cuando la tranquilidad se diluye,
y lo esperado llega y,
aunque gritas, te entregas:
el huracán es más fuerte.
Ya sólo se oye el estruendo del desamor.

Cuántos demonios y cuánto dolor;
pierdes la cuenta.
Primero las ventanas, después el tejado,
las paredes, los suelos en que confiabas.
Quedan tuberías sólo, para llorar.
Más tubos;
éstos desnudos, fríos, innaturales:
lo único que se ve,
todo desahuciado, desalojado,
con un silencio tan pesado que oyes latir las verdades
que enterraste vivas en el sótano.

Ahora, la calma de la soledad.
Y ya sólo ves...

© LA RODERIKA BOOKS. Noviembre 2.004

2 comentarios:

Isi dijo...

Decirte que escribes muy bien, es repetirme, verdad??? ;)

Me gusta!

MadRod dijo...

Eeeh no, no, no te repites. No te preocupes, dilo cuanto quieras! ;)