martes, 3 de abril de 2007

Misters, Misters, y más Misters...







Y no se iba a quedar el tema donde estaba. Después de la elección de Mister España 2.007 y Mister Feo 2.007 (que por cierto, no sé aún en quién ha recaído tan honroso premio) llega la noticia más esperada... ¡Mister Mundo 2.007 es español!
Pues sí: Mister Málaga 2.006, que después, claro, fue Mister España 2.006, ha sido considerado el hombre más guapo del planeta. Y la verdad es que no me extraña en absoluto...

Pero que conste que últimamente la belleza masculina española se esparce por doquier... Para quien no lo sepa, todos los años se celebra en San Francisco el concurso "Mister Bear International", y tanto en 2.006 como en 2.007 han sido sendos españoles quienes lo han ganado. Mister Felipe León y Mister Pedro Veral. Otras consideraciones más personales aparte (a Pedro Veral le ponen a caer de un burro, parece ser que por ser una reinona creída y algo estúpida), tampoco me extraña que estos dos chicarrones también tengan sus propias bandas de

5 comentarios:

Isi dijo...

Me gusta más Mister Mundo!!!!! está tremendo!!!!! Y no babeo porque estoy enamorada, que si no.... ¡jajajaja!!!

Anónimo dijo...

Ja! Que curioso... Se me han quedado los ojos pegados a la pantalla y no los consigo despegar...
¡¡¡VIVA EL PRODUCTO NACIONAL!!!
jajaja!!!

Isi dijo...

Niña!!! esos ojos que luego van al pan!!!! ah! no que lo que van al pan son las manos.....¡¡¡niña, esos ojos que las manos van al pan!!! qué estará hacieno la Rakel con los ojos en la pantalla....juas!!!

Besos pa tós!

Anónimo dijo...

Jajajaja!!! Que cabrona! Despegarlos! Que voy a estar haciendo! ;o)

Besos pa tos también!

MadRod dijo...

Rakel, por dios, que te pierdes... Uff, estamos conociendo una dimensión tuya nueva y sorprendente! :D Pero hija, qué gusto da tener dimensiones de éstas, ¿verdad? Si por algo pongo las fotos, porque a mí me dimensionan que da gusto. Y éso que tengo una "pegatina" que me pone mucho más que tos éstos, pero vamos, que la comida pa los ojitos es tan necesaria como la otra, qué demonios!