HAY RAZONES EN CONTRA.

No voy a limpiarte las botas con la lengua entera
para que tú te des cuenta de que estoy a tus pies.
No voy a enamorarme de ti.
No voy a aguantarte insolencias de índole ninguna;
de vez en cuando, alguna, y sólo si me hace reir.
No voy a enamorarme de ti.
No voy a mostrarte el hombro esperando que llores
para que luego apoyes todo tu peso en mí.
No voy a enamorarme de ti.
No voy a dejarte entrar como si mi puerta estuviera abierta
a visitas tan inciertas, tan sin cara y sin carné.
No voy a enamorarme de ti.

Ya no puedo permitirte que me exijas y me mandes
sin que tú me demuestres antes que sabes a dónde vas.
Ya no puedo enmascarar tu revés con mi otra mejilla,
ni dejarte que me pidas sabiendo que no quieres más.

Aún no puedo sopesar todos tus pros y tus contras.
Estoy tan desconcertado que prefiero no pensar.
Prefiero no enamorarme de ti.
Hay razones a favor que pesan ya casi un mundo,
pero, ¿y si estoy equivocado? Hay razones para desconfiar.
Prefiero no enamorarme de ti...
más.

© La Roderika Books, Noviembre 1.994