jueves, 12 de julio de 2007

La frase de la semana.

Estoy en un curso del INEM, para aquellos que no se enteraran cuando lo empecé, con la plasta que di. Es de Estética. Hacemos manicura, pedicura, depilaciones y algo de faciales. Es para poneros en circunstancias.
Hoy, 12 de Julio de 2.007, pleno siglo XXI, 9,30 de la mañana. Clase de pedicura, 5 personas en camillas y otras 10 practicando. Comentario de mi "modelo de pies" (leer con profundo y cerrado acento ceporro):

"Uy, pues verás cuando le diga a mi marido que otro hombre me ha tocado los pies".

Sin palabras. Que sin palabras me ha dejao, oyes. Y no por sorpresa, sino por pánico traumático-regresivo. Te lo juro.
Sé de dónde es esta linda flor, pero no lo voy a decir para que no me achaquen ningún tipo de prejuicio. Tiene una cierta edad (fortysomething tirando a undefined: arrugas imposibles), y anda a pasitos cortos y tambaleantes, exactamente igual que los pingüinos, haciendo sonar con fuerza sus chanclas planas de un negro gastado que nunca fue brillante. Le faltan todas las muelas de arriba (todas, no sólo las visibles al sonreir). Lleva el pelo teñido de un color cobrizo sobre otro color panocha sobre su propio castaño, lo que hace que se le vean las raíces de dos colores diferentes. Hoy llevaba una blusita negra con florecitas minúsculas verdes cerrada hasta el cuello, y unos pantalones negros de rayón horrendo. Cuando alguien hace un movimiento rápido o repentino a su lado, sufre como un espasmo rápido y mira por un momento quién sabe dónde.
Mi vecina Emilia, la señora del cuarto, la madre de mi amigo Javi de cuando yo tenía 7 añitos, era exactamente igual.
Nada de 2.007. Nada de siglo XXI. ¡Estoy en el barrio, en 1.975!

4 comentarios:

Isi dijo...

Pues prefiero no imaginarme si el marido se enterase de eso, qué es lo que la puede hacer o decir...Y si pega esos saltos cuando se asusta....uf! no es por ser mal pensada, pero pinta mal.

Y sí, estamos en el siglo XXI, pero estas cosas las tendremos que seguir escuchando por los siglos de los siglos, amén.

MadRod dijo...

Dudo mucho que las tengamos que soportar por los siglos de los siglos. Dudo mucho que la hija de esta mujer sea igual que ella. Dudo mucho que la nueva generación de niñas, tengan los padres/madres que tengan, sean atropelladas como las mujeres lo habeis sido hasta ahora. Antes los gays se dejaban pegar e insultar porque sabían que era su destino, porque no tenían defensa posible. Ahora saben -y las mujeres también- que tienen a un porcentaje muy alto de la sociedad que les -nos- respaldan y apoyan. Ya no pueden decir que a los maricones les gusta que les zurren, igual que no pueden decir que las mujeres están para ello. Puede que sigamos siendo cazurros, pero ahora somos cazurros informados. Tú misma jamás volverás a ser la mujer que eras antes, y como tú, muchas de las mujeres que te conocen de algo, que saben un mínimo sobre ti. Ya conoces la frase famosa: "Una palabra tuya -más alta que otra- bastará para largarme". Ya hay much@s para los que jamás pintará tan mal.

Isi dijo...

Ojala sea así, sabes que es algo que me gustaría que ocurriese ya mismo....Pero sabias que el 80% de las mujeres maltratadas, si comienzan otra nueva relación, vuelven a dar con un maltratador? Y sabes por qué? Porque han crecido sometidas y han vivido sometidas toda la vida...y no es fácil, si no buscan ayuda, cambiar ese rol.

Las hijas de esa mujer no está tan claro que no sean igual que ella...de echo la mayoría de los casos de violencia de genero es causa/efecto de lo que han vivido en sus hogares cuando eran pequeñas/os.

Las cosas, gracias a Dios o a quien sea, están cambiando, pero aún queda mucho camino por recorrer...por desgracia.

Y lo de ser cazurros informados creo, bajo mi humilde opinión, que nos hace ser más cazurros...no crees?.

Esto es complicado, creo que ambos dos tenemos razón...sólo que tú ves el vaso medio lleno y yo medio vacio...Va a ser eso.

Muchos besos

MadRod dijo...

A la puta mierda los vasos medio vacíos. Lo puedo decir más alto, jamía, pero más claro, imposible. No quiero ver ningún vaso medio vacío porque me deprime, me agota, me hace no intentar nada.
Y la información, si no es en demasía, nunca es mala. Si no se supiera nada de nada de todas las mujeres maltratadas que hay en el mundo, entonces sí que nadie haría nada. No habría vaso, ni vacío, ni lleno, ni nada. Pero creo que entre todos, poco a poco, lo vamos llenando más y más.