sábado, 7 de julio de 2007

Todos se llaman Kim.

Y flipas por lo que ves. Éso es lo que tienen los documentales. La 2 tan denostada, que va extendiendo su cultura a otras cadenas, afortunadamente, para culturizarnos, amenizarnos, informarnos y, a veces, sorprendernos, incluso aterrorizarnos con lo que hay en estos mundos del señor dios.
Para quien no haya visto el documental de esta noche en Cuatro: te recomiendo que lo busques. Un trabajo de Jon Sistiaga, que como curra este hombre de bien, en el que recurrió a la mentira a la que recurren todos los extranjeros que quieren entrar en Corea del Norte -mentir sobre su profesión- para poder entrar en el país y sacar de allí un mínimo de imágenes sin censurar.
Parece mentira que en pleno siglo XXI sigan existiendo estos regímenes comunistas tan de guerra fría. Parece increíble que un pueblo entero, un país entero, se deje lavar el cerebro de esta manera. Porque lo peor es el lavado de cerebro: al fin y al cabo, en Cuba estudian. En Corea ni siquiera éso. Lo más sorprendente: en este país tardan -según las informaciones oficiales- 4,54 minutos en construir una casa, lo cual significa que construyen 200 en un día. Igualito que aquí, que construyen una casa en 200 días. ¿Y qué me dices del mejor escritor de Best Sellers de la historia? En las bibliotecas cuentan con todos los volúmenes escritos por el dictador (en adelante, "el amado líder"): 18.000. Nadie se pregunta cómo ha sido capaz ese enano -en más de un aspecto- de escribir 18.000 libros. A razón de un libro diario tendría que haber estado escribiendo todos los días del año durante... 49 años y 115 días. Debió empezar joven, como Camilo José Cela. Lo extraño es que no le hayan dado el Nobel, el Pulitzer y el Planeta. El Planeta entero.
Ningún extranjero puede entrar en el país diciendo que es periodista. Por éso todos los periodistas que entran son profesores de historia, empresarios... Confiscan el móvil al entrar, y a los "turistas" les mueven en grupo, acompañados de policía secreta. Enseñan sólo lo que quieren enseñar, y prohiben enfocar con cámaras cualquier cosa que pueda dar mala publicidad. Existen autopistas de cinco carriles de decenas y decenas de kilómetros por las que se mueve... nadie. Porque en Corea nadie tiene coche. Bueno, sí, unos pocos tienen un Mercedes. El resto del pueblo se mueve en bicicleta o en carros tirados por burros (prohibido fotografiar!). Miles y miles de representaciones del "amado líder" presiden edificios de todo tipo, calles, plazas... (dibujos, fotografías o estatuas), tanto del "amado líder" padre como del "amado líder" hijo, que la hijoputez, en este país, se hereda.
La ciudad capital, Pyongyang, está presidida por el que debía ser uno de los edificios más altos del mundo: el Hotel Ryugyong, un símbolo más de la megalomanía del enan... ehhh, del "amado líder". 330 metros de altura divididos en 105 pisos que se ven desde cualquier punto de la ciudad y del extraradio: 3.000 habitaciones en 360.000 metros cuadrados para un hotel de lujo en un país donde el turismo brilla por su ausencia. Hace 15 años que se acabó la financiación (ni siquiera el tesoro público se lo puede permitir) y ahí está, completamente vacío por dentro, como el resto del país. Curiosamente, algunas páginas web turísticas ofrecen estancias en este hotel. Para que veais lo que se puede fiar uno de lo que compra por Internet... (Es coña, evidentemente: aunque el hotel figure en las páginas de búsqueda de plazas, nunca te van a confirmar reserva. Ni en éste, ni en ningún otro) Este pedazo de bloque de cemento, coronado por... ¡8 pisos que dan vueltas! y otros 6 fijos encima, necesita entre 300 y 700 millones de dólares para su culminación, que el "amado líder" espera que lleguen de inversiones extranjeras. Será cachondo, el tío.
En Corea del Norte los ciudadanos no disponen de Internet. Supongo que será por éso por lo que escribo tan alegremente sobre su país, porque ninguno podrá leerme.
Todos niegan la existencia de los "campos de trabajo" y las "cooperativas agrícolas" que según Amnistía Internacional sólo sirven para represaliar a disidentes políticos. Alrededor de 200.000, según calculan diferentes ong's.
A pesar del boom sanitario que parece vivir el país, varios datos hablan de la precariedad alimenticia: un 37% de los niños recién nacidos llegan antes de tiempo a causa de la malnutrición de las madres, alrededor de 4.000.000 de niños están desnutridos, y el ejército ha tenido que bajar su mínimo de estatura de 1,50 a... ¡1,30!
El ejército es lo único que tiene este hijo de la gran puta, aparte de un ego tan grande como su hotelito. Un ejército que posee bombas atómicas, según ellos mismos, como "protección" ante un posible ataque de Estados Unidos. El ejército de un país que se autoproclama como inventor de los misiles por unos antiguos grabados que muestran un arma extraña con forma de misil, de hace cientos de años.
23.000.000 de personas que ven en televisión la única reunión anual de su parlamento de 700 congresistas (y nos quejamos del debate sobre el estado de la nación...). 23.000.000 de personas que miran al suelo cuando ven a un extranjero y se niegan a hablar con él o desaparecen corriendo, atemorizadas por las posibles represalias. 23.000.000 de personas sin verdaderos medios de información, ya que las televisiones coreanas sólo retransmiten noticias sobre "el amado líder" o sobre el ejército, o coros y danzas multitudinarios, o espectáculos para "el amado líder" en el más puro estilo olímpico, en los que "actúan" hasta 200.000 personas obligadas a hacerlo y que no cobran por ello, que ensayan hasta la perfección durante meses para evitar un error que les pueda llevar a los "campos de trabajo" que no existen. Y fíjate que, aunque éstos y las cooperativas agrícolas de castigo no existen, en las calles de Corea del Norte no se ve a ningún lisiado físico o psíquico. A ninguno.
Todos habíamos oído hablar del lavado de cerebro al que se somete a los estudiantes cubanos, desde los 5 añitos hasta que terminan la universidad. Pero al menos estudian carreras, gratis. Todos hemos oído hablar de la Europa del Este en los años 70 y 80, de sus tiranos comunistas, de sus regímenes dictatoriales que impedían la libre entrada y salida de personas e información de sus territorios, pero al menos ahora todos son libres y democráticos países de la Unión Europea. Todos hemos oído hablar de Stalin, de Marx, pero hace decenios que forman parte de los libros de Historia (tanto como Felipe II, por ejemplo) o de los de Filosofía (igual que Sócrates, sin ir más lejos), pero sus imágenes en piedra, bronce o pintura han ido cayendo de sus pedestales y paredes para quedar reducidas a recuerdos de épocas peores. Pero este cabrón está ahí, comiéndose crudos a sus conciudadanos, siendo piedra angular del tan cacareado "eje del mal", pero intentando hacer creer al resto del mundo que es lo mejor que le podría pasar a una futura Federación Mundial de Países Comunistas, que ha nacido para dar sombra al sol, que no es amado por temor irracional, sino por amor y veneración de sus súbditos.
¿Cómo se va a arreglar el mundo? No pregunto ya cuándo, sino cómo. Me parece completamente imposible, cuando hay tantos y tantos países gobernados por fanáticos de sí mismos, enfermos que se autoidolatran por encima de cualquier medida. Kim Jung-Il, el dios coreano que es capaz de estar en tres ciudades diferentes a la vez sin que nadie se pregunte cómo lo hace, se merece, en mi estupefacta opinión, un infarto bien dado. Aunque no habría mucho que celebrar: esta cosa enana, fea y contrahecha ha tenido, según las crónicas, varios hijos con varias mujeres, lo que garantiza la continuidad de Kims a la cabeza del estado coreano. Porque sí, claro, todos se llaman Kim.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He visto el reportaje. Es como entrar en otro mundo. Nada que ver con las dictaduras de Franco, Stalin o Hoxha. Parece "Un Mundo feliz", solo les fata decir "soma" en vez de "Gran Lider"... Pienso en el momento en que caiga el regimen, y esta pobre gente se de cuenta de como es realmente el mundo. Y al H de P español que hace de "Embajador", sin palabras. Un tarado que salió de su pueblo para buscar la fama. Y la encontró.- ((

MadRod dijo...

Pues sí. Vamos, que no es uno de los sitios adonde me apetece ir de vacaciones...