martes, 3 de julio de 2007

Los muertos en la sopa.

No voy a comentar mucho sobre los turistas españoles muertos en Yemen. No porque no lo merezcan, dios me libre, sino porque nos bombardean con información sobre el tema. Sí que expondré mi opinión sobre esa información. Ya lo he hablado varias veces con varias personas diferentes, a propósito de este tema y de otros: tenemos demasiada información. Por supuesto, está muy bien que nos informen sobre todo, pero estamos llegando a un punto en que la información se queda en éso: mera información. Ni nos impresiona, ni nos emociona, ni hace que movamos un dedo viendo el Telediario mientras comemos y a la vez vemos y oimos hablar sobre toda esa cantidad de muertos que producen diariamente las guerras, el terrorismo, la carretera, la violencia machista... Hay tanta, tanta información, que casi ha dejado de interesarnos. Es más: nos parece lo normal. Y ahí es donde está lo que yo creo sería la solución para algunos temas. No acabaría con ellos, por supuesto, pero la mera información plana, sin tanto aspaviento, sin meter la cámara en la herida aún fresca y remover hasta encontrar el último nervio, creo que provocaría que todas estas cosas ya no fueran el pan nuestro de cada día, que no nos pareciera tan normal, tan cotidiano, tan natural. El Hombre lucha y mata por naturaleza, porque seguimos siendo animales primitivos y hasta cierto punto instintivos y autodefensivos, pero no es necesario que cada vez que matamos le mostremos el cadáver a todos los vecinos, removamos las tripas delante de los familiares del muerto y hagamos fotografías para extenderlas por nuestras redes mundiales de información, les metamos a esos familiares y amigos y portavoces de la familia (qué bonito personaje, ¿verdad? Ahora uno se muere y la familia tiene que nombrar un portavoz para que los medios no les asedien...) delante de las narices un micrófono para que nos confirmen que de verdad les duele, que investiguemos entre sus vecinos si el muerto era o dejaba de ser una buena persona, o si la muerta era o no una buena madre o dejó entrar a su marido con orden de alejamiento en casa porque estaba hasta las trancas por él o porque él la debía dinero, ni preguntemos en los comercios donde compraba si se estaba buscando su asesinato o no por impagos o estafas, o a su agente de viajes si le dijo que iba a un país que figura en los listados del Ministerio de Exteriores como punto negro y, a pesar de estar advertido, se fue allí a que le mataran libremente.
No creo que todo ésto, y mucho más que vemos durante días y días, sea realmente necesario. Hay mucha gente que sí lo considera necesario. Bueno, como siempre, no sé cuál es la mejor opción, pero sólo sé una cosa: los niños crecen creyendo a pies juntillas todo lo que ven, pensando que es lo natural. Si un niño ve que lo normal es que todas las finales de fútbol generan violencia, pensará que es lo normal, que un partido sin pedradas no es un partido. Si un niño ve a diario que su padre maltrata a su madre y encima en televisión le informan de que no sólo pasa en su casa, sino en muchas otras, también a diario, llegará a pensar que es lo natural, que todos los papás pegan a todas las mamás, e incluso que las matan.
Siempre se ha dicho que la mejor solución para ciertos problemas es no darles pábilo. Así se ha dicho muchas veces del terrorismo, por ejemplo, que si no tuviera tanta publicidad como tiene, en realidad no tendría la fuerza que tiene. No voy a pensar que ETA va a desaparecer porque en los periódicos dejen de hablar de ella porque sí, pero sí que creo que durante los tres últimos años ETA se ha convertido en lo que nunca llegará a ser por culpa de la publicidad que le ha estado haciendo, gratuitamente, el PP, que a falta de ofrecimientos propios, lo único que lleva haciendo esos 3 años es confundir al personal interrelacionando temas que no tienen nada que ver para llegar siempre al mismo punto: el terrorismo. Sé que las guerras no van a acabar porque dejemos de verlas en televisión, pero sí que creo que los terroristas que se autoinmolan por Alá y se llevan por delante a 120 inocentes posiblemente no lo harían si nadie se enterara, porque en el fondo no quieren ser mártires por Alá, sino que quieren que los que queden vivos les recuerden como mártires por Alá, que para nada es lo mismo.
Que sí, que sueno radical, o estúpido, o como tú lo quieras ver. No sé, es algo que se me pasa de vez en cuando por la cabeza desde que los niños muertos de hambre de Somalia me provocan el mismo malestar que un mosquito en una uña. ¿Lo entiendes así? Quizá más que información deberían darnos más soluciones aplicables al ciudadano de a pie. Esa sí que es buena info.

1 comentario:

Isi dijo...

Por fin he podido ver un poco mejor tu blog....

Y al tema....Estoy contigo en todo lo que has dicho. La culpa de que nos hayamos acostumbrado a los muertos en la carretera, es por la información machacante que todos los lunes bombardean radios, periódicos, televisión, etc....La culpa de que no veamos como nada grave la guerra de Irak y los cientos y miles de muertos que llevan ya (aunque dicen que no hay guerra..juas!) es por tanta información.... Y así con todo...nos estamos embruteciendo de a poquito y encima no nos damos ni cuenta.

Yo digo lo que decía Antonio Flores..."sólo le pido a Dios, que la guerra no me sea indiferente..."