lunes, 27 de agosto de 2007

Fortaleza.

Hay gente que resiste, y resiste, y resiste. Ahí, lo que le echen, como el conejito Duracell. Llega un momento en la vida de algunas personas en que las que la rodean dicen que sigue como sigue por las ganas de vivir que tiene.
Pero no. Otras no. Otras, simplemente, tienen una fortaleza que no esperábamos, que no conocíamos hasta ese momento, porque su situación no les permite tener ganas de nada, ni de vivir, ni de joder, como en algún momento de desesperación pensamos algunos, ni de respirar siquiera, que es algo de lo que su cuerpo se ocupa automáticamente hasta que ya no puede más. Pero cuando hay fortaleza, el cuerpo resiste, y resiste, y resiste... y no te queda más remedio que preguntarte para qué.
Cuando llegue mi momentazo, quiero que sea como en el chiste:
-Me siento mal.
-Pues siéntate bien.
-No, no... que me siento mal.
Y el pobrecito se murió.

4 comentarios:

Isi dijo...

Pues si, así debería ser....amén!

Anónimo dijo...

Ojala no llegara a ser ni siquiera como el chiste.

Besos! :o)

Anónimo dijo...

Estoy con Raquel. Me gustaría que fuese algo asi como... "creo que.." y la palme. Envidio a la gente que tiene esa vitalidad y que cuanto peor estan las cosas, mas ganas tienen de salir. No me puedo quejar. Tengo salud y dinero. Y mis amigos me quieren mucho. Animo

Anónimo dijo...

Luego estan los que se quejan por tonterias y lo grande lo lleva dentro...