Pues nada, que ya estamos en Mayo, el mes de las flores, de las vírgenes, de las madres, y de las fiestas en Madrid.
El primer puente ya ha pasado. Relajadamente, una gozada en buena compañía, como siempre. Ya pondré alguna fotico en el Flickr, aunque en esta ocasión no he hecho muchas.
El primer puente ya ha pasado. Relajadamente, una gozada en buena compañía, como siempre. Ya pondré alguna fotico en el Flickr, aunque en esta ocasión no he hecho muchas.
Y dentro de dos jueves, más fiesta. ¡Ole!
Bueno, como lo prometido es deuda y para algo pongo las encuestas, este mes tocan dos de vuestros preferidos. En música, Disco. Vamos, bailongueo de los años 70 y puede que algo de principios de los 80.
Empiezo con un clasicazo.
Van McCoy
"The hustle (Extended Version)"
Evidentemente no os pongo la letra...
Este mes los videos brillarán por su ausencia, o no serán tan buenos como en otras ocasiones. Entendedlo: eran los 70... pensad en las series de televisión que se hacían cuando erais peques y vereis por qué no se hacían buenos videos. Bueno, en realidad no se hacían. Era el comienzo. La mayoría de ellos eran imitaciones de actuaciones televisivas o las mismas actuaciones -por supuesto en un lujoso y estereofónico playback: éste sí que fue un invento nefasto de aquella época-, apariciones en garitos... vamos, que un videoclip tal y como lo conocemos ahora no lo olían ni de lejos. Pero alguno caerá. Sip. Aunque sólo sea por haceros alucinar con los movimientos de cámara, los colorines psicotrópicos, los estilismos horroribles, coreografías que a todos nos gustaría recuperar alguna noche de finde estúpido, y demás zarandajas.
Así que como sé que no tuvisteis bastante con aquella entrada, aquí os pongo a nuestras primas carcelarias doing the hustle...
En cuanto a lo "otro"... ;) Sí, sí, ya sabeis todos de lo que hablo, pendonzuelos... Pues nada, que ganaron los osos, así que aquí empiezo el mes osuno con una bonica variedad para que los que ya los disfrutais los disfruteis aún más, y para que los que no entendeis este fenómeno os introduzcais en él.
El fenómeno oso no es tan nuevo como mucha gente piensa, aunque si le preguntais a varios osos sobre este grupo al que pertenecen, cada uno os dirá una cosa.
Un oso es un hombre gay por lo general velludo (por todas partes: por delante, por detrás, el cuerpo, la cara...) y por lo general de gran tonelaje, ya sea de grasa o de musculatura, que hace una exaltación de cierta imagen de la masculinidad porque está convencido de que así deben ser los hombres. Más o menos, es ésto.
Pero dentro de la cueva podeis encontrar multitud de etiquetas:
-Oso, así, a secas: grande y peludo, le gusta vestirse con petos o vaqueros de algodón o de cuero, chalecos, y camisas de cuadros en plan leñador canadiense o camisetas con mensajes cachondones o de grupos de heavy.
-Musclebear: es decir, oso musculoso. Una montaña de músculos cubierta de alfombra autogenerada.
-Lobo: un tío velludo, pero en versión mini, delgada y fibrosa.
-Nutria: un tío velludo, pero delgaducho y/o escuálido.
-Grizzly: versión enorme y malencarada del bear. Se consideran a sí mismos los originales.
-Chubs o chubbies: simplemente gordos. Con o sin pelos, pero en el mismo hábitat.
-Daddy: cualquiera de los anteriores, pero de una cierta edad. Les gustan los cubs (véase entrada más abajo)
-Polar bear: cualquiera de los anteriores, pero de una cierta edad y con el pelo blanco.
-Cub: la versión más joven de un oso. Les gustan los daddies (véase más arriba)
-Chaser o admirer: en español, cazador o admirador. Vamos, los tíos que se mueren por morderle una teta a un oso. Vamos, yo. Éstos pueden parecer cualquier cosa: desde un osazo como cualquier otro (entonces se le conoce como "osobollo") hasta la más pasada de rosca de las marilocas.
Ésta es, en resumen, la terminología más utilizada en el ambiente osuno. Aunque cada cual puede darte una definición diferente de cada uno de los términos. El mismo ambiente peludo vive sumido en una controversia inacabable de dimes y diretes sobre grupos, iniciativas, orígenes, etiquetas, relaciones con el mundo fuera de la cueva y un montón de estupideces que no vienen al caso.
El tema es que el movimiento Bear surgió en Estados Unidos hace unos 30 años como respuesta a la imagen que se imponía del hombre gay sexy y guapo, delgado y sin vello, cortado por un único patrón de belleza e inextricablemente unido a esa vanidad tan gay que todo el mundo conoce. Toda una marea de osos (en principio en San Francisco, luego se fueron uniendo otras grandes ciudades y sobre todo, el medio rural) emergieron de las cuevas donde se escondían habitualmente (sobre todo el ambiente leather, es decir, el del cuero, que está unido a ciertas prácticas sexuales pero puede ser sólo una forma de vestir y actuar) y tomaron el ambiente gay.
Tuvieron éxito. El ambiente gay estaba ya más que harto de vivir de ilusiones (por aquel entonces ya había cine porno gay en EEUU, y los muchachitos estaban hasta las narices de cascársela viendo hombretones en pantalla... querían a esos súpermachos en su cama). Crearon su propia bandera (con una garra de oso, por supuesto), hicieron su propio cine gay lleno de velludos y gordos, abrieron sus propios locales de ambiente, sus propias fiestas (las hay a cientos por todo el planeta), toda suerte de identificativos propios (música, ropa, tatuajes y otros motivos decorativos, modo de vida...)
Tuvieron éxito. El ambiente gay estaba ya más que harto de vivir de ilusiones (por aquel entonces ya había cine porno gay en EEUU, y los muchachitos estaban hasta las narices de cascársela viendo hombretones en pantalla... querían a esos súpermachos en su cama). Crearon su propia bandera (con una garra de oso, por supuesto), hicieron su propio cine gay lleno de velludos y gordos, abrieron sus propios locales de ambiente, sus propias fiestas (las hay a cientos por todo el planeta), toda suerte de identificativos propios (música, ropa, tatuajes y otros motivos decorativos, modo de vida...)
Pero los osos no estaban dispuestos a perdonar ni una, y se convirtieron en una suerte de grupúsculo endogámico que le daba con las puertas en las narices a cualquiera que tuviera una ligera pluma o que oliera un poquito a cualquier colonia mainstream. Ya tenían todas esas cosas propias que el ambiente les había negado. Incluso denostaban a sus propios acólitos: a ellos no les gustará, pero algunos osos tienen más plumón que un nórdico de Ikea.
El "rollito" osuno intentaba hacer creer al resto que la gente sin prejuicios, como ellos, era buena, era real, era lo mejor que se podía ser. Pero gracias al repelús que les causaba ese mismo mainstream que antes les había relegado, se relegaron a sí mismos a su propio ambiente. Se encerraron en la preciosa cueva que se habían construído a su gusto.
Y allí han seguido durante décadas, intentando hacer ver al mundo lo equivocado que está, lo vano del culto al cuerpo, lo sano de la naturalidad, lo tranquilo que se está sin prestar atención a lo que piensan los demás, lo masculino que hay en los gays.
En España, aunque ya tenían sus localitos desde hacía mucho tiempo, saltaron a la palestra con el estreno de la peli "Cachorro". Entonces algunos programas de televisión se preguntaron de dónde habían salido, cuáles eran sus costumbres, blablabla. Y el grupo aún crece. Cada vez más gente que se encuentra fuera de sitio en el 90% del ambiente gay se mete en el otro 10%, o se relaciona de una manera diferente (los osos son ávidos consumidores de cualquier producto internetero que se precie: blogs, perfiles, chats, messengers, webcams...)
Muchos se preguntan si todo ésto no deja de ser más que otra etiqueta más, una forma de que los raritos a los que les ponen los piercings, los tattoos y el fist-fucking se integren en una comunidad. Muchos, dentro de la cueva, se dedican a arrancarle la piel a tiras a los de su propio "grupo" por disensiones comerciales y políticas. Muchos terminan siendo completamente incapaces de relacionarse con gente fuera de este entorno.
Yo creo, en definitiva, que el tema ha degenerado hasta un punto en que el movimiento osuno ha perdido su particularidad y sus amables ideas originales (si es que en España las tuvieron alguna vez), y sí: es una etiqueta más. No una, sino 30 diferentes. Pero también creo que la mayoría de la gente atraída por esta etiqueta (ya sean osos o chasers, daddies o admirers) es más natural, vive más tranquila sin deprimirse por su cuerpo y disfrutando de él sea como sea, es más cariñosa en muchos aspectos... Sí: son -somos- diferentes.
Y pordiosyporlavirgendelasagradafíst-ula, no me pregunteis lo que es un fist-fucking...
Hale, a disfrutar...
El "rollito" osuno intentaba hacer creer al resto que la gente sin prejuicios, como ellos, era buena, era real, era lo mejor que se podía ser. Pero gracias al repelús que les causaba ese mismo mainstream que antes les había relegado, se relegaron a sí mismos a su propio ambiente. Se encerraron en la preciosa cueva que se habían construído a su gusto.
Y allí han seguido durante décadas, intentando hacer ver al mundo lo equivocado que está, lo vano del culto al cuerpo, lo sano de la naturalidad, lo tranquilo que se está sin prestar atención a lo que piensan los demás, lo masculino que hay en los gays.
En España, aunque ya tenían sus localitos desde hacía mucho tiempo, saltaron a la palestra con el estreno de la peli "Cachorro". Entonces algunos programas de televisión se preguntaron de dónde habían salido, cuáles eran sus costumbres, blablabla. Y el grupo aún crece. Cada vez más gente que se encuentra fuera de sitio en el 90% del ambiente gay se mete en el otro 10%, o se relaciona de una manera diferente (los osos son ávidos consumidores de cualquier producto internetero que se precie: blogs, perfiles, chats, messengers, webcams...)
Muchos se preguntan si todo ésto no deja de ser más que otra etiqueta más, una forma de que los raritos a los que les ponen los piercings, los tattoos y el fist-fucking se integren en una comunidad. Muchos, dentro de la cueva, se dedican a arrancarle la piel a tiras a los de su propio "grupo" por disensiones comerciales y políticas. Muchos terminan siendo completamente incapaces de relacionarse con gente fuera de este entorno.
Yo creo, en definitiva, que el tema ha degenerado hasta un punto en que el movimiento osuno ha perdido su particularidad y sus amables ideas originales (si es que en España las tuvieron alguna vez), y sí: es una etiqueta más. No una, sino 30 diferentes. Pero también creo que la mayoría de la gente atraída por esta etiqueta (ya sean osos o chasers, daddies o admirers) es más natural, vive más tranquila sin deprimirse por su cuerpo y disfrutando de él sea como sea, es más cariñosa en muchos aspectos... Sí: son -somos- diferentes.
Y pordiosyporlavirgendelasagradafíst-ula, no me pregunteis lo que es un fist-fucking...
Hale, a disfrutar...
8 comentarios:
Juissss.
Muy enciclopédico, sí señor, y con sentido crítico.
La verdad es que el mundo oso ha sustituido a los bares de mayores de toda la vida. Ahora, cualquiera con una cierta edad se acopla a la osera sin sentirse freak.
Y, para los que hemos cumplido los XL y tenemos un cierto tonelaje, siempre es reducto de caza.
El problema lo veo yo en la especialización ambiental que inundó especialmente a Madrid a principios de siglo XXI: tanta clasificación y compartimentación hace que todo parezca artificioso y se vuelva en contra de la pretendida naturalidad del movimiento.
Y ya no hablemos del espanto de música electro dura que ponen en todos los garitos osos (bueno, reconozco que hay alguno que no lo piso, pero es la regla general).
Yo tengo una subespecie particular más:
OWL:
OSA WARRA LÁVATE
Se da entre los elementos antes descritos cuando les da por ir lo más cerdo y desaseado posible, especialmente en fiestas y reuniones varias en las que se quitan la camiseta y allí ya no hay quien aguante.
Me postro a sus pies, querido amigo. Impresionante artículo explicativo osuno.
Yo soy de los que creo que el culto al cuerpo es cosa de cada uno, de como mejor se sienta uno mismo. Yo soy feliz con mis carnes, y con las de los demás, jeje. Lo de clichés de gay escultural y gay-oso los dejo para los puristas y los que no tienen otra cosa que hacer que catalogarse a sí mismos.
En cuanto a la encuesta voté como unas cinco veces por los osos, y agradecido estaré eternamente por este mes. Y de los maromos, ya los veré con detenimiento, que los he visto a la velocidad de la luz pa que no me pillen en la ofice.
Besos :o)
Jajaja, pon un oso en tu vida, o dos, o tres, o diez…
¡Queremos fotos! Claro, no estaba yo para dar mal con la cámara.
Ya soy una experta en osos gracias a ti, si es que ya lo digo yo siempre:contigo aprendo un huevo!!
No preguntaré lo fist-fucking...porque ya me lo explicaste una vez.
A mi me da igual si eres oso, o lo que sea; para mi eres Rodrigo, estás muy bueno,y eres un encanto...no mecesito nada más, jejeje.
Un beso.
Yo quiero aprenderme esa coreografía!!!!!!!! jajajajaja Qué buena canción, sí señor.
En cuanto a lo de los osos, pues no sé, así en general no son mi tipo, y sin embargo hay más de uno que me pone "tó loco", sí.
Besicos!
Don Mocho: acerca de lo que me dices del ambiente... la verdad es que hablo mucho de oídas, porque hace años que no lo piso. Creo que en los últimos 5 años he ido 3 veces al Hot y 1 al the Paso y, ciertamente, paso. En cuanto al "Owl", se me olvidó. De verdad que pensaba hablar de la "naturalidad" con que algunos se dejan llevar... lejos de la ducha. Es algo que no me explico, te lo juro.
Leónidas: sip, como dirían los 300, el culto al cuerpo es cosa de cada cual. Lo malo de ese culto es cómo denigra a los demás, cómo la publicidad o la moda deciden en cada momento el canon de belleza y martiriza a millones de personas. En cuanto a los osos, ¡que los disfrutes! ayymad-dre, esas oficinas...
Su: si tú das mal con la cámara, ¿qué hacemos los demás? Pedazowarrra, si siempre sales bien!
Be: jamía, te adoro. A ver si encuentro un hombre que me diga todas esas cosas, cogne! Y tú también... ;)
Lux: tenemos que pedir que incluyan la horterez en las olimpiadas porque tú y yo tendríamos las 3 medallas entre los dos, seguro, chico. XD
Jejeje, después de la clase oral, viene la explicación escrita :P. Ya te comenté que no soporto las auto-definiciones, o creo que te lo comenté. Esas cosas están bien, como dijimos, para dar lugar a encuentros entre gente que podría gustarse. Por lo demás, odio todo dogmatismo, y más el que se refiere a la identidad personal, porque se impone una "falsa naturalidad" que cierra las puertas a toda naturalidad verdadera. ¿Qué pasa si un día a un oso "de toda la vida" le mola un tío delgadito y sin pelo (y no me refiero a una mariquita loca)? No sé, a mí me ha gustado gente de bastantes tipos, y de bastantes sexos :P
Qué bien te explicas.
Ya lo incluí en un perfil que me abrí hace años en una página de chat de... osos XD
Éste era el texto que puse:
"Lo que veo y lo que me cuentan en esta y otras oseras me plantea serias dudas sobre las reacciones y gustos de la gente:
- ¿dejarías a tu osazo si se depilara todo el cuerpo?
- ¿y si adelgazara 50 kilos?
- ¿dejarías a tu chaserín si se pusiera más gordo que tú? ¿o si se hace un hombretón de repente y le salen más pelos que a ti?
- ¿tendrá tu musclebear que ir al gimnasio hasta los 70 para que te siga atrayendo?
No sé, pensaba que el mundo osuno era mucho más abierto de lo que realmente es. ¡Pero me sigue pareciendo lo mejorcito! Al menos parece que no hay tanta vanidad y tontería como en otros círculos"
Desde luego, me sigo manteniendo en mis gustos, pero yo también he salido con variedades diferentes de la especie humana. Desde una montaña de músculos y vello de estatura realmente incómoda hasta un chico bajito, delgaducho y con menos pelos que yo (que ya es decir). Y si, también con personas de algún otro sexo, aunque hace tanto! XD
El caso es que no es por defenderles, pero sí que encuentro que esta gente es más abierta, tratable y simpática, menos creída y menos dispuesta a mirar por encima del hombro. Por supuesto, hay de todo en la viña del señor marqués.
Pero es que si en el mundo no hubiera "de todo"... qué aburrimiento!
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