domingo, 16 de septiembre de 2007

Senecto a los 39.

Uff, no podía imaginar que volver a la actividad, aunque no fuera laboral, me iba a sentar tan mal. Y es que tengo que reconocerlo: en 3 meses me caen los 40...
Precisamente ayer hablaba con una compañera a propósito de los despropósitos de la edad. De cómo vas dejando de hacer cosas que antes hacías encantado de la vida simplemente porque ya no te apetece, o porque representa demasiado esfuerzo, da igual físico o intelectual.
El caso es que me ha dado por pensar que el ser humano no estaba preparado para una revolución industrial. Todo fue muyyy despacio durante un cerro de siglos y, de repente, zas. Vale que ahora nuestras vidas son más largas, que disfrutamos de planes de jubilación y todas las sandeces que me quieran meter por los ojos, pero nuestra auto-evolución en los dos últimos siglos pasa factura. No nos damos cuenta porque vivimos inmersos en ello: el estrés, el tráfico, el trabajo agotador, la falta de tiempo (libre y del otro), la comida de tarro de la televisión... En fin, un sinfín de heriditas que se nos han ido abriendo y de las que no nos preocupamos porque les hemos ido poniendo tiritillas por aquí y por allá que nos hacen creer que todo está controlado.
Pues bien, no lo está. Al menos en mi caso, qué coño. Sólo llevo una semana con una horario un tanto así y ya estoy machacadito. Se me amontona la ropa para lavar y para planchar, y los cacharros, y no me apetece cocinarme una comida decente, y salir a hacer la compra un sábado por la tarde me parece el colmo de los despropósitos.
Me está entrando la depresión post-INEM. Y éso que aún tengo unos meses para verme obligado a trabajar.
Puaj, qué vida ésta.

2 comentarios:

Mocho dijo...

¡No me jodas que soy mayor que tú!


Tengo un complejo de abuela bloguera que yoquesé

MadRod dijo...

No mayor que el complejo que me cojí yo cuando me dio por entrar en un foro de Queer as Folk. Era tremendo. La edad media era 17. Menos mal que ya no tengo tiempo para seguir entrando, porque me sentía como la Duquessa buscando ropa en Bershka. Aggg.
Y no te acomplejes, pordiosyporlavirgendelascatorcetetas, que estás guapísimo con esas gafitas, esa perillita, ese gorrito azul, esa carita... ¿de plástico? XD