Sequía pertinaz...

... que diría (por si las nuevas generaciones no han oído esta graciosa locución de labios de su principal emisor) Nuestro Insigne Caudillo el Generalísimo Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco Bahamonde, refiriéndose a la construcción indiscriminada de embalses por todas las tierras de nuestra Españña.
Hala, dicho lo cual, aclaro que el nombre es completamente cierto (sacado de la Wikipedia, de la que me lo creo casi todo) y nada tiene que ver con mi animosidad contra este señor, que al llevar 31 años, 11 meses y 20tantos días muerto, la verdad es que me la pela. No así sus seguidores, los que aún no habían visto la luz cuando él murió, los que no tienen ni puta idea de que en su tiempo, antes de entrar a clase en los colegios se formaba militarmente en el patio y se cantaba el "Cara al sol", y una vez sentaditos, se rezaba el Ave María... Y supongo que algunos de ellos dirán: pues claro, como Dios manda. Me gustaría verles a ellos haciendo la mili, o alguna vez en misa y, sobre todo, predicando con los ejemplos de Jesucristo que, evidentemente, se pasan por el forro.
Y tras este corto prólogo, he de decir que lo de la sequía venía a cuento de mi vaguería intelectual, mi vacuidad cerebral continuada. He contado (con estas manitas y mis abalorios, cosa que a Mocho le encantará) lo que he hecho en las últimas semanas y, señoras y señores, de 50 entradas o posts, sólo 26 tenían que ver con algo medianamente intelectual. Las otras 24 eran mis alegrías diarias. Una pena, sí señor.
¡Noooo! dirán muchos. ¡Que es una gozada ver a esos chavalotes cada día! ¡Y bailá y cantá a los sones de la música basura! Pues sí, lo reconozco, estoy de acuerdo. Pero también reconozco que mucha gente sigue entrando en este vuestro blog con la esperanza de encontrar algún día una de aquellas entradas de sus principios en que, punto por punto, repasaba las noticias de todo tipo de la semana, o no dejaba títere con cabeza en cuanto a la homofobia, o me entregaba a re-flexiones más o menos metafísicas o, simplemente, dejaba unos cuántos anuncios televisivos para diversión y flipe de unos cuántos.
Bueno, mientras mi cerebro no dé para más, juro y perjuro que no dejaré que la cosa decaiga. Si es preciso, incluiré, como hoy, alguno de mis poemillas que tanto furor causan entre mis seguidoras (nunca tendré palabras para agradecerles tanta devoción...) y amigos y otros blogueros, o una cita de alguna persona muerta e inteligente. Lo que sea con tal de que mis fans no pienses que esta etapa de mi blog se ha convertido en mi Milli Vanilli personal, el peor pufo de MadRod.
Muchos besos y abrazos y lametones para todos.