Cine noviembre.

Pues que el otro día iba yo a ver "Stardust", tan contento y feliz porque iba a ver una de malos y güenos, de brujas y hadas y blablabla y que llego al cine y zas, preestreno de otra, "La torre de Suso" (que iré a ver en su momento, aunque no a mucho tardar porque últimamente las pelis vuelan: véasa la susodicha, que del miércoles a hoy ya no está en el cine de estreno, ayns!)
Pues nada, que si vemos Oviedo Express, que si vemos Invasión... ¿que a ti te apetece "Las 13 rosas"? Pues que me han dicho que es de mucho llorar... jo, y yo quería ver Stardust, que es de todo lo contrario. Y que estoy muy blandorro, y que... y que... que bueno, si cenamos palomitas, vamos a verla.

En qué hora.

Pues sí, se llora. Y mira que si lees el semanal de El País ya te sabías la historia de pe a pa, pero oye, que uno estaba muuuy blandorro.
La primera mitad de la peli me pareció muy fría para ser lo que es. Los personajes no terminaron de llegarme, ni su peripecia vital me pareció suficientemente narrada. Supongo que, al ser personitas de la calle, vecinas y tal, pues como que no se sabe muy bien nada de su vida anterior a la cárcel. Pero ay, jamía. Desde el primer tortazo la cosa se pone fatal, y entra Goya Toledo (por mucho que nunca me haya gustado) y con dos gestos salva la frialdad del tema y las cosas se calientan, y hala, a chorro. Una hora llorando como un imbécil, que hasta se me olvidaban las palomitas a medio camino. Hijo, qué pena y qué rabia. Que te dan ganas de que se aprueben 3 leyes de memoria histórica y todo: una para los de un bando, otra para los del otro, y otra para los de en medio por si acaso. No voy a entrar en más disquisiciones sobre este tema, que ya lo han hecho otros muy bien.
Bueno, que está bien. Esperaba, desde luego, algo más: lloras porque el tema te ataca directo al corazoncito, no porque la peli sea buena. No sé, me da a mí que al dire se le fue la olla con tantos lados de la cama y se le ha olvidado cómo contar algo sin 13 números musicales en medio. Fría, ya dije, algo deslabazada, con los personajes algo desdibujados (sobre todo los masculinos, que en ocasiones ni te enteras de quiénes son ni de a qué vienen). Éso sí, ambientación cojonuda. A veces te quedas con las ganas de más incluso en este aspecto, como cuando una dice: "Ahí va, el Retiro" y te quedas sin ver el Retiro, como si sus caras en ese momento te dijeran algo, que no es así. Supongo que más que por ver sus caras, se evitaron la escena del Retiro por no poner a 300 figurantes vestidos de años 30, o algo así. Nusé...
La aparición mínima de AMedioDíaAlegría (perdón, no me acuerdo de su nombre; no sé por qué, me sale Laetitia Casta, cágate, qué más quisiera ésta...), puramente anecdótica. No, no lloré por éso, vamos.
Bueno, que como es un historión, merece la pena.
Ya la he destripado sin contar nada. Ahora, todos a verla, que hay que ver cine español que no sea "El orfanato".