jueves, 10 de julio de 2008

MadRod oculto, 13

Que sí, que me acabo de dar cuenta de que valgo un potosí, coñe.
Buscón de la R.A.E.:
potosí.

(De Potosí, monte hoy de Bolivia).

1. m. Riqueza extraordinaria.
Pues éso, que siempre me he querido, pero ahora me quiero más. ¿Que cómo me he dado cuenta? Analizando mi aspecto últimamente.
Por un lado está mi cuerpo. Si hubiera tenido este cuerpo hace 5 años me habría estado matando a diario en un gimnasio para adelgazar. Y no sólo para gustarme a mí (antes no me gustaba barrigón) sino para no disgustar a los demás.
Por otro lado, hace poco un amigo (Klimmito, que se da cuenta de todo) me preguntó por qué ya no llevaba las gilijoyas que llevaba antes (anillos, pendientes, tobilleras...) y también que si me iba a dejar el pelo largo (a estas alturas cualquier otro año ya me lo habría rapado al 1... cosa que creo que voy a terminar haciendo porque no soporto el calor con esta alfombra en la cabeza).
Le respondí que, sencillamente, se me olvidaba ponerme los aderezos, que los tengo guardados en un joyero y si no me ataca no me acuerdo de él.
Pero en estos días me he dado cuenta de que no es cierto.
Siempre me han gustado las gilijoyas (joyería del Rastro y/o tenderetes playeros; vamos, baratijas varias). Me puse pendientes a los 18 años sólo por dar por culo a mi padre (ojo, que hace 22 años no todo el mundo llevaba pendientes como ahora). Después, cuando empecé a trabajar, un comentario de un compañero -a propósito precisamente de los pendientes y el pelo largo- me calentó los cascos y estuve 5 años sin cortarme el pelo y llevando todo tipo de adornitos a la oficina.
De modo que siempre he llevado todos esos aderezos que tanto me gustaban no por mí, sino por joder a los demás. Después de tanto tiempo me acostumbré a llevarlos, y no había domingo de rastro o vacaciones playeras en que no me comprara algo (tienen patas, ¿lo sabeis? O al menos desaparecen como si las tuvieran!)
El año pasado comencé un curso de Estética y otro de Maquillaje, y por supuesto no se podían llevar adornitos que se pudieran enganchar, por poner un ejemplo, en un pezón cuando estás dando un masaje. Pero terminaron los cursos y no volví a usar nada. Ni pendientes, ni anillos, ni cadenas, ni tobilleras. Nada. Ahí están, pudriéndose de aburrimiento o haciendo ejercicios de gemelos para desaparecer cualquier día.
Y es que en realidad -y por mucho que me gusten- yo no soy así. No necesito adornos ni perifollos ni gilijoyas para ser yo. Sé que un adorno es un adorno, no un complemento a la personalidad, pero sí que forman parte, en el fondo, de cómo es una persona, de cómo le gusta verse y que la vean los demás. Y yo quiero verme como soy, y quiero que los demás no tengan que apartar los brillos para encontrarme.
Seguiré usando adornitos de éstos, pero porque quedan monos, pero no como los he usado siempre: para taparme -ya no me da miedo que me vean-, para joder a los demás con todo mi yo -ya no necesito nada más que a mí mismo para joder al más pintado-. Y seguiré teniendo barriga cuando la tenga, porque me gusto con barriga y sin ella, y me importa un bledillo lo que opinen los demás.
Quiero que me vean. ¿Que por qué? Pues porque yo lo valgo.
¡Señores! ¡Que valgo un potosí! XD

5 comentarios:

Jose dijo...

Ir a la contra es sacrificado eh, porque te sacrificas a ti mismo para "enseñar" jejeje...

PD: Odio las gilijoyas!

Unknown dijo...

Pues a mí me encantan. Me gustan las pulseras (hasta ayer llevaba 4, de distintas calidades y materiales y por distintos motivos), me encantan los anillos aunque no los llevo porque en el curro es muy incómodo (y hasta hace unos años no me atreví a llevarlos, ya ves tú la tontería), los colgantes y collares también, aunque no los llevo porque me molestan y ... me encantaría ponerme un pendiente, pero no me atrevo porque me da yuyu !!!

Pero no es por nada en especial, me gustan y punto.

Eso sí, no me gusto nada físicamente, chico, por más que me tenga aceptado y me guste como soy, siempre querré estar mejor físicamente, aunque no haga nada para ello!!! jajajaja

Besicos!

PD: Que mola el post.

ace76 dijo...

Joyas no, greñas sí! :-)

Pues claro que vales un potosí, yo no tenía ninguna duda al respecto.

Isi dijo...

jajajaja!!! me parto contigo, potosí!!!! jajajajajaja!!!!

A mi no me gustan las gilijoyas, bueno, realmente no es que las odie, es que me da pereza gastarme el dinero en ellas y más pereza me da tener que estar perdiendo el tiempo en ver qué te pones un día y otro y otro...no sé, no me llaman la atención como a las de mi mismo sexo...es más, ellas me llaman rara...nusé! es que el mundo me hizo asín!!!!

Besos nene!!!

MadRod dijo...

Jose: paso de sacrificios. Si gusto bien; si no gusto, también.
Lux: ponte gilijoyas, métete al gym, haz lo que te dé la gana, pero quiérete, que más que tú mismo no te va a querer nadie!
Ace: Greñas! Greñas! Aunque tú también caes en verano, ¿eh? XD Gracias por los parabienes, buen hombre.
Isi: no tienen que gustarte las gilijoyas sólo por ser mujer. De hecho, a algunas de ellas no les gustan ni... ¡los hombres! Játetú lo que te digo, que mira que es difícil que no te gusten los hombres, con lo buenorros questán! XD