viernes, 4 de abril de 2008

Soy un terrorista. Y yo sin saberlo.

Esta encantadora abuelita, casada con un pastor de la Iglesia Baptista, es una de las representantes republicanas de la Casa de Representantes del estado de Oklahoma (EEUU), donde trabaja en el Comité de Servicios Humanos y el de Educación, entre otros. En su vida privada es socióloga por la Universidad de Texas y profesora. Pertenece, además, a otras varias organizaciones, desde una Cámara de Comercio hasta un Club de Mujeres Republicanas.
Pero le sobra el tiempo, así que se dedica a hacer declaraciones, más a siniestro que a diestro, como las siguientes:
"La agenda homosexual (¿?) está destruyendo nuestra nación"
"De acuerdo a las palabras de Dios, ese no es el estilo de vida correcto. Y tiene consecuencias mortales para la gente que lo vive"
"Los gays se suicidan más, tienen más enfermedades y su esperanza de vida es más corta"
"Hay estudios (siempre hay estudios de este tipo, aunque nunca se diga cuáles) que demuestran que ninguna sociedad que haya abrazado la homosexualidad ha durado más de..., digamos, unas pocas décadas" (Toma ya, y se queda tan ancha, ¿es que no se escucha a sí misma?)
"Los gays tratan de adoctrinar a los niños desde incluso los 2 años (¿¿¿??? ¿cómo se hace éso?) con educación tolerante y alianzas entre homos y heteros" (Vaya, tremebundo intentarlo; no, mejor, como somos terroristas asesinemos a los niños de 2 años. Sobre todo si presentan signos de ser heterosexuales)
"Todo ésto es mortal, y se está propagando, y destruirá a nuestro jóvenes. Destruirá a nuestra nación".
Tras haber comparado a los gays con terroristas o con el cáncer, y después de que varias asociaciones de derechos humanos y de gays y lesbianas de todo el país le pidieran una excusa pública, su réplica fue la siguiente, frente a una manifestación de apoyo de... 1.000 personas (la asociación "Mujeres Preocupadas por América" y varios sacerdotes):
"Creo en lo que digo. Hay hechos indiscutibles que muestran que ese estilo de vida es mortal"
"¿Qué hay de malo en que, como americana, ejerza mi derecho a la libertad de expresión?"
"Ésto no es sobre mí. Es sobre la Iglesia que tiene derecho a denunciar la injusticia frente al amor redentor de Jesucristo que murió para redimirnos de nuestros pecados. Lo que me ha pasado a mí ha servido para que avance el Evangelio".
Bueno, pues viva la libertad de expresión:
¿Cuándo aparecerá algún sector de la Iglesia Católica que intente salvar a la gente de este tipo de posesión? Porque es evidente que no sólo Satán posee las almas de alguna pobre gente, no: algunos están poseídos por el más aberrante de los espíritus de los asesinos de la Inquisición. Y a estas personas también se las debería exorcizar.
Lo que te ha pasado a ti, moza, ha servido para ridiculizar aún más a ciertos sectores de la política y de la Iglesia. Sigue expresándote, bendita hija mía, sigue.
En este momento me encuentro más feliz y orgulloso que nunca de ser español. Sé que aquí las manifestaciones del Foro de la Familia pueden congregar a 1.000 multiplicado por 1.000, pero ningún político español se atrevería a soltar semejante sarta de sandeces.

5 comentarios:

Isi dijo...

Qué manía con que Jesucristo murió por nosotros y por el mundo....¡que a Jesucristo lo mataron porque sí y punto pelota! y eso en el caso de que existiese. Aaaah! es que no puedo con tanta tontería! coñe!.

Y ahora unas palabras para ésta abuelita encantadora y maternal...

Señora abuelita maternal: Existen estudios (muy estudiosos, vamos, de años y años estudiando..no le digo más) de que salir en una foto con sonrisa forzada, recién peinada de peluquería y con la dentadura postiza, es malo para la salud mental de cualquier persona (humana) que la vea y se imagine que usa Tena Lady para "esas" perdidas de orina que tiene, pero en esa linda cabecita que Jesucristo, el cansino que murió por usted, la puso encima de los hombros, porque sin cabeza iba a quedar usted menos abuelita maternal de que lo que es ahora...jateusté.

Pero usted tranquila...que como no es homosexual (a Dios gracias, amén), vivirá tantos años que estará jodiendo la marrana más de lo que nos gustaría (por lo que empiezo a pensar que Dios no existe).

Fdo.:

Una niña de dos años adoctrinada por MadRod, un gay muy gay.

Anónimo dijo...

Es que lo intento, pero por más esfuerzos que haga no lo puedo entender ... vamos, que ojalá los homosexuales fueran el único problema de "su nación" tan querida ... que vaya mierda de nación que se va al garete porque dos personas del mismo sexo se quieran.

Y lo que más rabia me da no es que haya gente como ella capaz de sentirse tan segura como para decir esas cosas en público, si no que haya gente que la secunde ... atajo de idiotas "sin conocimiento".

Besicos!

MadRod dijo...

Pues éso.

Niña Lucía dijo...

Al margen de los comentarios de algunos que no creen en Jesucristo, y cuyas creencias respeto, como cristiana que soy (léase, CRISTIANA y no católica) puedo asegurar sin temor a equivocarme que Jesús, que promulgó una doctrina del amor, del respeto, de la tolerancia, de la igualdad y de la paz en el mundo no tiene nada que ver con este tipo de manifestaciones sexistas, y abiertamente discriminatorias... me gustaría que éstos apóstoles de la intolerancia, como decimos en mi país aquellos boludos que se creen con derecho a decirle a todo el mundo cómo tiene que vivir se dejen de meter a Jesús en sus "sandeces"... como cristiana digo que es una auténtica blasfemia!!!!

Mi abrazo solidario y mi disculpa a los hermanos de la comunidad GLBT... créanme... Jesús no tiene nada que ver con las (y muy bien dicho) "sandeces" que dice esa vieja pelotuda!!!

Los invito a visitar mi blog y escribirme si desean... www.derechoshumanosargentina.blogspot.com

Saludos

Niña Lucía

MadRod dijo...

Muchas gracias, niña Lucía. De éso se trata todo, de respeto. Ni de tolerancia, ni de igualdad, ni de iglesias, sino de respeto. No puedo consentir ser "tolerado" por nadie, en el significado literal de la palabra. No puedo consentir que me hagan igual a ningún otro, porque no lo soy por quién soy. No puedo consentir que ninguna iglesia expulse de... no sé de dónde, a nadie, porque sus pilares son todo lo contrario. Y no puedo consentir las faltas de respeto de tamaño calibre; ese odio total, esa completa falta de respeto no hacia lo que pueda hacer (por lo que una persona hace se le puede perder el respeto) sino hacia quien, simplemente, soy.
Vuelve cuando quieras... ¡aunque aquí lo que encontrarás es a un acérrimo agnóstico! Y lo que es mejor para mi salud mental: totalmente ateo... ;)