sábado, 5 de abril de 2008

Jodiendas.

Todos sabeis a lo que me refiero cuando hablo de una jodienda. Esas cositas que te van pegando punzadas cada vez que te pasan, pero que no puedes evitar de ninguna manera.
Últimamente me dan muchas punzadas de estas por la calle. Y no son agujetas, que tengo buenas jambas. Son todas esas cosas que ves que hacen los demás y que a ti de por sí no te hacen llamar a la policía pero sí que te dan ganas de darle un pescozón a quien sea.
Aquí van unas cuantas:

- No soporto que los tíos meen en cualquier sitio de la calle. Bueno, puntualizo: ni son sólo los tíos, claro, que también de vez en cuando te encuentras a alguna acuclillada entre dos coches rodeada de otras 30, ni me refiero a cualquier sitio al 100%. Me refiero a los sitios donde no, por mucho que te pongas, pues no. Casi todos los viernes hago el mismo camino para volver a casa desde mi cafetería preferida, alrededor de las 3 de la madrugada. A ésa hora están soltando a todos los ceporros de los garitos que también están obligados a cerrar a las 3, lo que convierte a las calles de Madrid en un urinario público gigantesco. Hay una calle que huele antes de entrar en ella, la calle del Barco. La Gran Vía, Montera, Carretas, son regueros de meados. Y no sólo al estilo tradicional -contra la pared- sino contra cualquier cosa que les salpique, que encima son así de gilipollas. La última moda: los kioscos de prensa y de la ONCE, donde a la mañana siguiente tiene que trabajar una persona durante todo el día, y los portales -me imagino a sus madres con la guadaña, dispuestas a cortarles la chorra, si un día les encuentra meando contra su propio portal. Me encantaría ir uno por uno para que mearan en una botella y hacérselo beber.
Propuestas: que una hora antes de cerrar los garitos, les avisen, como hacen en Londres, pero no para comprar 4 litros de cerveza de golpe, sino para que suelten la que se han bebido antes de salir. Otra propuesta: coño, meaderos públicos. A mansalva en ciertos puntos especialmente olorosos. Y por dios, gratis. La gilipollez esa de los WC en los que hay que echar monedita me parece una estupidez. No hay más que ver la de meadas que tienen por fuera...

- El pasado 8 de Marzo fue el día de la Mujer Trabajadora. Hasta ahí, todo genial. Sin embargo, a mi barrio no le ha parecido tan genial. La mayoría sabeis que vivo en Lavapies, que es un barrio medianamente antiguo (prácticamente todo de finales del XIX y principios del XX) donde los vecinos nos hemos gastado un pastón ingente en las obras -obligatorias- de nuestros edificios. Estas obras incluyen siempre, por supuesto, la fachada. Es una delicia pasear por algunas calles que tienen todas sus fachadas ya remozadas, arregladas, pintadas... ¡pintadas! Bueno, ante todo, y como siempre que critico a las mujeres, por favor, tened en cuenta que estoy hablando de un grupo específico de mujeres, no de todas las mujeres. Repito, y lo haré hasta la saciedad, que igual que soy ligeramente heterofóbico con respecto a los hombres, mi misoginia brilla por su ausencia. Y es que el pasado día 8 de Marzo, varios grupos reivindicativos se dedicaron a pasarse por mi barrio (supongo que por otros también, claro) todo el día dejando pintadas en todos los edificios del barrio. Mujer feminista, primera de la pista. Mujer, que no te obliguen. Mujer, mujer, mujer... Pensaba que los hombres eran los únicos gilipollas que se dedicaban al graffiti, pero mira tú por dónde, no. Las mujeres, además, son mucho más organizadas: hasta llevan planillas para que los carteles queden todos igual de limpitos. Hijas de puta, pintaos el coño. O poned el cartelito en vuestra jodida puerta: más reivindicativo, imposible.
Propuestas: educación, coño, educación.

- Cada día me cuesta menos acabar un paquete de cigarrillos o de chicles y guardármelo en el bolsillo hasta que encuentro una papelera. O apagar el cigarro contra una papelera y tirarlo dentro apagado. Llevo siempre multitud de bolsillos y un bolso donde puedo guardar lo que sea hasta poderlo tirar donde debo. Nunca me ha pasado que, de repente, un chicle me dé calambre y lo tenga que escupir en el suelo. Tampoco me ha pasado que se me pudra la mano por llevar en ella, durante unas decenas de metros, un kleenex usado. Los papeles que ya no me sirven no se me escapan solos para partirse en medio de cualquier sitio en mil trocitos. Por supuesto, me guardo muy mucho de escupir en medio de la acera, porque a un lado siempre encontraré una alcantarilla de rejilla o el parterre de un árbol. Y no tengo perro, pero espero, cuando lo tenga, no ser uno de esos cretinos a los que las mierdas de su chucho le dan tanto asco que no pueden recogerla con una bolsa de plástico -si no puedes hacerlo, no tengas perro; al fin y al cabo, ya hay un cerdo en tu casa-.
Propuestas: más papeleras y ceniceros, por supuesto (¿alguien se ha fijado en que ya no hay ceniceros en las calles de Madrid? Antes, al menos, podías apagar el cigarro en un cenicero, ahora lo tienes que apagar contra las papeleras, que es otra guarrada). Más dispensadores de bolsitas antikk y sitios especiales para perros. En todos los barrios hay multitud de plazas donde se puede habilitar un espacio para bichos donde puedan cagar tranquilamente, y también hay muchos parques, grandes o pequeños, donde la mierda se puede convertir en abono orgánico, demonios.
Bueno, no sigo, que ya va siendo largo, pero para que os hagais una idea de lo asquerosito que me estoy haciendo, es suficiente XD Agg, qué mala es la edad.
Propuesta general: que los guardias de movilidad -bonito palabro para hablar de los guardias de tráfico de toda la vida- y los de las multas de la ORA puedan poner pequeñas multas. Cuando te hayas hartado de pagar 50€ por echar una meadita contra una pared, ya te preocuparás de echarla donde debes.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y el caso es que en casi todos los ayuntamientos hay una ordenanza municipal al respecto.
Lo de los meaderos públicos sigue siendo una guarrada, pero mejor eso que nada. Has estado en Bilbao en la "semana grande"? Yo fui este verano .. y vaya tela. Allí es "tradición" (sic) mear en la calle. Tooooooooodo el casco antiguo y alrededores huele espantósamente a meados y calimocho ... es asqueroso, de verdad ... Vamos, que a mí no me hicieron mucha gracia las fiestas mayores de Bilbao. Ah, y hay algún que otro meadero público (que son casi monumentos históricos, tan arraigados están en la sociedad bilbaína), para hombres, pero es igualmente asqueroso.

Y no es cuestión de hacerse mayor, ni de edad, ni nada de eso, es civismo, respeto y sentido común, simple y llanamente.

Besicos.

Anónimo dijo...

Ufff....
Si nos ponemos a decir esas cosas que nos molestan de lo que hace la gente en Madrid ¡¡¡¡
Estoy de acuerdo contigo en que sobre todo falta EDUCACION.
Anoche venía en el metro a las 01.00h y eso parecia un fumadero de opio. Una señora que casi rondaba los 50, se les ocurrió criticarlos y se descojonó la chavalería poligonera en su cara.

En cuanto a los meaoss... pues eso. Que iba yo con la guadaña..
Y graffitis .. y papeles...y contenedores tirados..y etc etc..

MadRod dijo...

JO, si es que hay calles en Madrid en que la Semana Grande es durante todo el año. Qué ajco.
Pos éso, la educación, que falta mucha.

Isi dijo...

Opino igual...la educación es lo primero y lo que más hace falta en mucha gente.

¿A que en su casa no mean fuera del baño o no hace pintadas en las paredes? Pues eso...que en España no sé por qué, lo que es nuestro no lo valoramos...aunque sea de todos.

Mu fuerte!

Beseles!

MadRod dijo...

Pues éso! Además, en serio que no sé por qué, no me lo preguntes, sobre todo éso de mear contra una pared es algo superheteroplano! Los mariquitas no hacemos esas cosas. No lo entiendo, en serio.