Aunque es para no creérselo, lo que este bichito de 200 kilos tiene entre sus fauces es una mano. El veterinario que lo trataba usualmente en un zoo de Taiwan pensó que el bicho estaba suficientemente anestesiado, pero no, y el bicho le arrancó de cuajo el antebrazo.
Afortunadamente, han recuperado el brazo y se lo han reimplantado, pero para ello han tenido que matar a la mascotita.
Cosas que pasan, tú. Precisamente por éso yo tuve un gato y no un cocodrilo.
Cosas que pasan, tú. Precisamente por éso yo tuve un gato y no un cocodrilo.
2 comentarios:
Mira que ayer pensé en poner esa foto en mi blog y me dije...¡uf! es que si me da asquito a mi....
Pero veo que semos telepateticos ambos dos....
Por cierto, la foto es la caña (de asquerosa).
A lot of besitos!
Pozí, hija, somos patatélicos. A lot of.
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