Seletibidaz.

Ya era hora. Copio y pego del periódico de hoy:

"Los estudiantes que se examinen de selectividad pueden perder varios puntos (hasta 4) de la nota final, incluso suspender por faltas de ortografía, incluidos acentos, vocabulario inapropiado, errores sintácticos y gramaticales, puntuación incorrecta y presentación inadecuada de los ejercicios".

Desde que me muevo por los procelosos mares de la virtualidad (vamos, desde que entro a diario en Internet) no deja de sorprenderme lo sumamente burra que es la gente escribiendo, y no sólo éso, sino lo poco que les importa. No es en absoluto extraño encontrarse con un "haber cuándo nos vemos", por poner un ejemplo significativo. Y a todo ésto no ayuda la manía estúpida que tenemos todos (y aquí me incluyo) de escribir con lenguaje SMS: "qdams l luns n mi ksa y lo vms x si akso traet el tuyo q s + yamativo tbn tng el d mi ermana q s 1 rgalo d ms pdrs..." Qué bonito, qué expresivo, qué modelno.
Quizás es una cuestión generacional: cuando yo estaba en el Instituto, me amargaba la vida considerablemente suspender una asignatura; no digamos ya dos, lo cual no sólo me pasó, sino que me avergonzó durante un año entero. Ahora a los chavales les parece lo más normal del mundo suspender 3, 4 ó 5 asignaturas, y les parece abusiva la normativa para pasar de curso.
Bueno, pequeños, id haciéndoos a la idea de que en un examen de Historia o Matemáticas tampoco puede uno obviar todas las tildes, ni cambiar uves por bes, ni comerse haches, ni inventarse palabras o construcciones gramaticales copiadas del inglés macarrónico de las canciones. Os lo dice alguien que, después de 20 años, sigue sin estar contento con su 6,5 en Lengua y Literatura...