Salía sin haberme duchado, andaba, patinaba, hacía todo el ejercicio que fuera necesario, sudaba de lo lindo y con ganas porque había salido para éso: quemar toxinas y expulsarlas.
Pero ¡ah-migo! Llegó la primavera.
32 GRADOS CENTÍGRADOS EN TIRSO DE MOLINA UN 1 DE ABRIL A LAS 12,30.
Salgo, recién duchadito y fresquito, con la ropa limpia y oliendo a suavizante. A los 10 minutos de ir paseando, ya sudo profusamente. A los 20 minutos, ya huelo como nunca he querido oler, coño. Vuelvo a casa y me doy otra ducha.
No recordaba lo repugnante que es sudar porque sí. Grrr.
Pero ¡ah-migo! Llegó la primavera.
32 GRADOS CENTÍGRADOS EN TIRSO DE MOLINA UN 1 DE ABRIL A LAS 12,30.
Salgo, recién duchadito y fresquito, con la ropa limpia y oliendo a suavizante. A los 10 minutos de ir paseando, ya sudo profusamente. A los 20 minutos, ya huelo como nunca he querido oler, coño. Vuelvo a casa y me doy otra ducha.
No recordaba lo repugnante que es sudar porque sí. Grrr.
4 comentarios:
Estas son las duchas que me gustan a mi ¡¡¡ .-))
Si ya lo sabía yo que había gente que les echaba de menos!
Yo les echaba otras cosas .-))
Si quieres sudar ya sabes, vente p'acá! ... ejem ... suena raro lo que acabo de decir o me lo parece solo a mí?
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