Hace un rato le decía a una amiga a través de los comentarios que yo tiendo a ver el vaso medio lleno, pero siempre hay noticias que hacen que, dentro de mi cabezonería colorista y feliz, me tiemble el labio de la indecisión.
Se espera para este mismo mes la ejecución en Irán de 20 personas -y de otras 15 a la espera de sentencia- por los horrendos crímenes de adulterio y homosexualidad. Bueno, perdón: algunos de ellos son violadores. A esos bien les podían dejar pudrirse en una cárcel del desierto en vez de asesinarles. Pero de los otros, ¿qué me contais? ¿Adulterio y homosexualidad, crímenes castigados con la pena de muerte?
Cada día me caen mejor los islamistas fanáticos.
Éso sí: como también comentaba por ahí, ahora el mundo se entera de estas cosas. Hace 50 años mataban a quien les daba la gana gracias a su Sharia famosa -o como demonios musulmanes se llame- y no se enteraba ni Alá. Ahora incluso hay gobiernos que presentan protestas, o exigen formalmente el paro de las ejecuciones. ¿Que no funciona? Coño, ya funcionará.
Pero no todo lo horrendo pasa en los países en que la homosexualidad te lleva a la lapidación hasta la muerte: dos lesbianas, activistas de una organización contra el SIDA para más señas, fueron torturadas brutalmente y asesinadas en Soweto, Sudáfrica, el pasado día 8. Sobran más palabras.
Sé que todo ésto suena a increíble, pero no. Lo podeis leer en las revistas y blogs que tengo enlazados, y confirmarlo fácilmente haciendo un google. Pero no voy a dejar que mi labio torcido se quede así. No puedo. No debo. Sé que de mi sonrisa dependen las sonrisas -momentáneas, fugaces- de mucha gente que se cruza conmigo por la mañana. Sé que hacer ver que mi vaso está medio lleno, aunque sea evidente que no lo está, hace que otras personas vean el suyo con un poco más de alegría. Seguiré llorando a estas gentes de estas noticias, pero también seguiré entonando aleluyas por los derechos que otros consigan.
Se espera para este mismo mes la ejecución en Irán de 20 personas -y de otras 15 a la espera de sentencia- por los horrendos crímenes de adulterio y homosexualidad. Bueno, perdón: algunos de ellos son violadores. A esos bien les podían dejar pudrirse en una cárcel del desierto en vez de asesinarles. Pero de los otros, ¿qué me contais? ¿Adulterio y homosexualidad, crímenes castigados con la pena de muerte?
Cada día me caen mejor los islamistas fanáticos.
Éso sí: como también comentaba por ahí, ahora el mundo se entera de estas cosas. Hace 50 años mataban a quien les daba la gana gracias a su Sharia famosa -o como demonios musulmanes se llame- y no se enteraba ni Alá. Ahora incluso hay gobiernos que presentan protestas, o exigen formalmente el paro de las ejecuciones. ¿Que no funciona? Coño, ya funcionará.
Pero no todo lo horrendo pasa en los países en que la homosexualidad te lleva a la lapidación hasta la muerte: dos lesbianas, activistas de una organización contra el SIDA para más señas, fueron torturadas brutalmente y asesinadas en Soweto, Sudáfrica, el pasado día 8. Sobran más palabras.
Sé que todo ésto suena a increíble, pero no. Lo podeis leer en las revistas y blogs que tengo enlazados, y confirmarlo fácilmente haciendo un google. Pero no voy a dejar que mi labio torcido se quede así. No puedo. No debo. Sé que de mi sonrisa dependen las sonrisas -momentáneas, fugaces- de mucha gente que se cruza conmigo por la mañana. Sé que hacer ver que mi vaso está medio lleno, aunque sea evidente que no lo está, hace que otras personas vean el suyo con un poco más de alegría. Seguiré llorando a estas gentes de estas noticias, pero también seguiré entonando aleluyas por los derechos que otros consigan.
2 comentarios:
Estas noticias son terroríficas, y lo paso mal leyendo estas cosas. En el blog de Elena Valenciano vi un vídeo con la ejecución de una mujer adultera, y era espeluznante.
Espero que las presiones internacionales den resultado, pero me temo lo peor.
Cuando llegará la secularización a la mayoría del mundo árabe ??
En Europa se derramó mucha sangre para conseguir librarnos de la represión religiosa...
Pues en Europa se derramaría el Océano Atlántico de sangre, pero de represión religiosa vamos bien servidos...
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