Siempre me han dicho que tengo mucho aguante, mucha paciencia, mucho cuajo, un autocontrol admirable. También que soy muy maduro, que afronto todo con tranquilidad y la cabeza clara.
Puede que sea así, y puede que a la mayoría de la gente le parezca lo mejor, pero a mí, de vez en cuando, me gustaría ser de otra manera. No es que quiera ser un inmaduro o un irresponsable; lo único que quiero es tener otro sentido de la medida.
Aguanto, sí. Pero éso lo único que significa es que te vas comiendo cosas, y más cosas, algunas incluso que no son tuyas pero que te las comes igual por ser un buen amigo, compañero de trabajo, novio, vecino. Todas esas cosas se pudren dentro, mira que me lo han dicho veces. Y también he oído mucho que quien no se lo come todo es más feliz. Pero soy de esas personas que consideran que decir algunas cosas en caliente no merece la pena, que sólo hacen daño, que es preferible no machacar con el pulgar al diminuto bichejo que tienes delante porque al fin y al cabo, si le tienes delante y le aguantas todo éso, es porque le quieres.
¿Que a qué viene ésto? Pues a que hoy he tenido una de esas explosiones tan mías que todo el mundo me perdona porque soy yo. Sin venir a cuento, sin razón aparente, sin que la persona con la que estaba hubiera hecho nada del otro mundo ni me hubiera calentado ninguna pila desde hace 10 años. Mi mejor amigo. Éso es lo que pasa cuando algo se pudre dentro de ti: es como la pus: la infección va creciendo y creciendo, y si no la tratas, algo tiene que estallar en algún sitio para que esa pus salga, siempre en el momento más inesperado, de la forma más molesta o dolorosa, y manchándole la ropa a los pobres que tengan la mala suerte de estar al lado en ese momento. Y me revienta -nunca mejor dicho-, porque va a ser uno de esos momentos que voy a recordar siempre, y cuando vea al afectado me lo voy a echar en cara, aunque no le diga nada más, aunque le haya pedido perdón, y cuando conozca a la tercera persona en discordia, si ese momento llega, también pensaré "es ella, pero qué culpa tiene la pobre de que yo sea un cretino".
No sé si seré capaz de cambiar -debería- o si seguiré dejando que las cosas que no necesito soltar en el momento sigan pudriéndose dentro de mí, hasta que me corroan enterito por dentro.
Qué mal rollo de fin de semana. Para quien no lo sepa, ayer tuve un bonito corte de digestión, y ahora que lo pienso, lo achaqué al calor, pero vete tú a saber qué otra podredumbre estalló en mi estómago.
Vamos, que lo único que he hecho de provecho es poner un enchufe en la cocina. El viernes estaba tan contento, fíjate, porque fui capaz de montar un enchufe múltiple que estaba hecho un churro y dejarlo bien clavadito a la pared pa que no se suelte. Y funciona y todo.
A veces es tan fácil ser feliz, coño.
Puede que sea así, y puede que a la mayoría de la gente le parezca lo mejor, pero a mí, de vez en cuando, me gustaría ser de otra manera. No es que quiera ser un inmaduro o un irresponsable; lo único que quiero es tener otro sentido de la medida.
Aguanto, sí. Pero éso lo único que significa es que te vas comiendo cosas, y más cosas, algunas incluso que no son tuyas pero que te las comes igual por ser un buen amigo, compañero de trabajo, novio, vecino. Todas esas cosas se pudren dentro, mira que me lo han dicho veces. Y también he oído mucho que quien no se lo come todo es más feliz. Pero soy de esas personas que consideran que decir algunas cosas en caliente no merece la pena, que sólo hacen daño, que es preferible no machacar con el pulgar al diminuto bichejo que tienes delante porque al fin y al cabo, si le tienes delante y le aguantas todo éso, es porque le quieres.
¿Que a qué viene ésto? Pues a que hoy he tenido una de esas explosiones tan mías que todo el mundo me perdona porque soy yo. Sin venir a cuento, sin razón aparente, sin que la persona con la que estaba hubiera hecho nada del otro mundo ni me hubiera calentado ninguna pila desde hace 10 años. Mi mejor amigo. Éso es lo que pasa cuando algo se pudre dentro de ti: es como la pus: la infección va creciendo y creciendo, y si no la tratas, algo tiene que estallar en algún sitio para que esa pus salga, siempre en el momento más inesperado, de la forma más molesta o dolorosa, y manchándole la ropa a los pobres que tengan la mala suerte de estar al lado en ese momento. Y me revienta -nunca mejor dicho-, porque va a ser uno de esos momentos que voy a recordar siempre, y cuando vea al afectado me lo voy a echar en cara, aunque no le diga nada más, aunque le haya pedido perdón, y cuando conozca a la tercera persona en discordia, si ese momento llega, también pensaré "es ella, pero qué culpa tiene la pobre de que yo sea un cretino".
No sé si seré capaz de cambiar -debería- o si seguiré dejando que las cosas que no necesito soltar en el momento sigan pudriéndose dentro de mí, hasta que me corroan enterito por dentro.
Qué mal rollo de fin de semana. Para quien no lo sepa, ayer tuve un bonito corte de digestión, y ahora que lo pienso, lo achaqué al calor, pero vete tú a saber qué otra podredumbre estalló en mi estómago.
Vamos, que lo único que he hecho de provecho es poner un enchufe en la cocina. El viernes estaba tan contento, fíjate, porque fui capaz de montar un enchufe múltiple que estaba hecho un churro y dejarlo bien clavadito a la pared pa que no se suelte. Y funciona y todo.
A veces es tan fácil ser feliz, coño.
6 comentarios:
Ciao principesso... "tira la llave, María". Que facil sería la vida, y que bella, si cada vez que quisiéramos algo, lo unico que tuvieramos que hacer es dar dos palmadas. Ser feliz es fácil. Ser feliz siendo como se es, debería ser facil si nos conocieramos mejor. A veces reventamos por donde menos esperamos. Donde creemos que están puestos todos los parches, pero tambien suceden cosas inesperadas, y reclamamos nuestro derecho a llorar, patalear, gritar y mucho más. Esa pus es necesario que salga, que explote cual espinilla (agggg.. que explicito) y haga PLOFFF. Al que salpique, podrá limpiarse. Gracias por la tarde de domingo, gracias por el concierto. Gracias
Vale, has explotado...ya está...es lo más humano que le puede pasar a cualquiera de nosotros...No lo des más vueltas...y no pienses en si cambiaras esto o lo otro, que pasaría...porque te dará igual...Eres como eres...y sabes una cosa? pedir perdón, es algo que dice mucho de una persona..No todo el mundo tiene los cojones de equivocarse, reconocerlo y pedir perdón. La mayoría de nosotros la cagamos, y no hacemos nada para ver si no se ha notado demasiado...
Me gusta como eres y aunque conmigo nunca has sacado los pies del tiesto, si los sacaras, te perdonaría, porque sé que yo he sido la que más de una vez he hecho crecer ese pus en algún trocito de tu cabecita...
Consejo: Si ves que eres feliz....cambia los enchufes de toda la casa y cuando termines, te vienes a la mía, que por unas croquetas y unos canelones, mi madre te lo agradecerá eternamente.
Un millón de besos y cuando vuelva de London, quedamos y esta vez te dejo hablar a ti.
Te quiero mucho Luisete!!!!!!
Gracias a vosotros, por ser como sois y por aguantar cómo soy yo. Muaks!
No pasa nada....ya ves tu!! puff, peor sería que fueras como el de "Asesinos natos", jejeje.
Endevé, las cosas son lo que tienen que ser.Incluidos nosotros. Y "semos" como "semos" y punto, pelota y se acabó.
Sé que es simplificar mucho, pero coño, ¿pa qué tanto complicar???
A veces uno se caga en tó xk tiene que hacerlo, xk es su naturaleza o x que no le reviente la úlcera. Lo importante es no darle demasiada importancia, solo en su justa medida.....Don't worry, be happy!!
Además,yo tmb soy de arrebatos de "agarrensekvienencurvas" x tragar y tragar (no pensar wuarreridas k no va x ahí) y luego, en el fondo, "semos" unos lilas. El arrebato del momento y nos quedamos en ná una vez pasa el tornado(o huracán).
Eso sí, comprendo que durante el tornado o huracán, damos un poco de miedo.....;-)))
Cuando alguien te conoce te respeta incluso tus ataques , arrebatos, etcétera, porque es capaz de disociar y de saber que es fruto del momento. Es mas se preocupará más por tu estado animico. Los que no son amigos y no te conocen, se joderan y se enfadaran contigo y te lo sacaran a colación a la mínima. Al menos asi pienso yo.
Dicho esto... ¿ser maduro es ser impasible?.
RAzón teneis todos, pero el tema es que me jode, no que explote. Que me apetece ser un poco más exaltado a diario y no convertirme en un volcán de vez en cuando. Muchas gracias a ambos, enigüei. Olga, ya me conoces tú de mis estallidos en la oficina... ejem! Y Anónimo, no, no es ser impasible, es tomarse las cosas con calma (una de las muchas cosas que tiene ser maduro, me refiero) pero no con tanta, coño...
Bueno, me lío, así que lo dejo.
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