Maricon... eras.

Ahora entiendo a las mujeres.

¿Por qué "maricon... eras"? Pues porque hace años los hombres que llevaban algo colgando de un hombro eran raritos. Aunque fuera un sobrio portfolio de cuero negro, oyes. Supongo que de ahí el nombre del artilugio... Ahora todos llevamos algo colgando de un hombro. Afortunadamente, ¡porque yo no ganaba para bolsillos!
Pues éso, que ahora entiendo a las mujeres cuando abren los bolsos y meten el brazo hasta el codo para revolear todo lo que hay dentro hasta que dan con lo que buscan. Porque a mí me pasa lo mismo. Siempre tengo que abrir 3 cremalleras para encontrar el dichoso @#~#. O el mp3 siempre está abajo del todo, debajo de la cartera, la agenda, el móvil, el boli, el mini-trípode de la cámara, el paquete de tabaco... y con todo el cable liado con todas las cosas anteriormente citadas. ¡Ah! ¡Y lo mejor de todo! ¿Para qué llevar una maricon...era si no te olvidas algo? No tiene sentido... Y éso de llegar a casa a la hora de comer y vaciarla encima de la mesa porque vas a necesitar casi todo lo que hay dentro... para volver a meterlo todo dentro al ratito. Pero en otra, claro, que hay que tener varias por si un día te vistes de tal manera y otro día te vistes de tal otra.
¿Y la cantidad de cosas que necesito desde que llevo maricon...era? Aparte de lo ya mentado, llevo siempre dos mecheros por si uno se gasta, cacao para los labios, un vicks-vaporub -que ya me contarás tú, en julio...-, dos bolis, condones, un cerro de papeles, los sobres de azúcar que voy robando de los bares porque los colecciono, las llaves, chicles y caramelos variados, la billetera -que sigue quedando mucho menos mari que el monedero...-, la primitiva de hace 3 semanas que nunca termino de llevarla, las gafas de sol, una pila pal mp3, la cámara de fotos, con su funda y sus pilas de repuesto, el periódico gratuito para hacer el sudoku en el metro, el libro que estoy leyendo -si es manejable, claro, que llevo una maricon...era, no una Roncato-... Y no llevo los donus porque se apachurran y te lo llenan todo de porquería, que si no...
Vamos, yo qué sé. Que sólo me faltan los Tampax, tú.

Cualquier día.

En definitiva, que ya no sé ir por el mundo si no llevo algo colgando de un hombro. Debe ser la versión moderna de los loros de los piratas.
Ayns. Maldita metrosexualidad.

Lo que sigo sin entender de las mujeres es que lleven bolsos que realmente parecen una Roncato... ¡y aún necesiten más espacio!