Ahora que me estoy enterando por fin de lo que significa tener la cara y el cuerpo de una mujer (sin sustos, que no me estoy haciendo ningún cambio de sexo, sólo los dichosos cursos del INEM) me maravilla y me indigna por partes iguales todo aquello a lo que se ven abocadas para que el resto de la población (incluyendose ellas mismas) las vean "bellas".
Sin entrar en peluquerías, cirujanos ni vestimentas, en estos cursos estoy viendo cómo han de sufrir constantemente. Cómo ellas mismas se provocan una serie de sufrimientos que el concepto de Belleza fabricado por el ser humano ha ido modelando, remodelando y matizando a lo largo de siglos y siglos de arte, sociedad, sexo.
- Manicuras y pedicuras que arrasan con pieles sobrantes, con adminículos como el cortacallos o el cortacutículas, y que se han de repetir y repetir dos o tres veces al mes para que las lacas de uñas estén siempre perfectas. Parafinas, barros, queratolíticos, vaselinas, cremas hidratantes...
- Depilaciones: a la cera caliente, a la cera fría, a la cera tibia -pordiosyporlavirgendelascatorcetetas-, con cremas, con pinzas, con máquinas eléctricas... en todo el cuerpo. Y cuando digo todo quiero decir todo; desde los dedos de los pies hasta las cejas, pasando por las piernas, las ingles, el trasero, el pubis y el abdomen, los sobacos, el bigote y barba y algún que otro pelillo suelto en lugares recónditos que no nombraré aquí..., provocando quemaduras, moratones, irritaciones, sarpullidos. Y con repeticiones y repeticiones eternas: el pelo nunca para de salir. Nunca. Ni siquiera con retardadores del crecimiento, aunque digan que sí. Y donde dejan de salir es donde más tarde o más temprano te arrepientes: las cejas.
- Tintes y decoloraciones: y no, no hablo del cabello. El vello de cualquier parte del cuerpo que no se pueda, deba o quiera depilar, se ha de decolorar o tintar. Y las pestañas se rizan (sí, habeis leído bien, con líquido de permanente y todo) y, junto con las cejas, se tintan. Haced la prueba: yo me decoloré los brazos el jueves y hoy lunes ya se ven las raíces de los pelillos. Tintes de pestañas y cejas: hasta una vez al mes. Rizado de pestañas: uno cada tres meses. Decoloración: agua oxigenada más productos ricos en... amoniaco. Tintes: pues éso.
- Cremas varias y tratamientos faciales: de día, de noche, antiarrugas, regeneradoras, antiedad, para el cansancio, antibolsas, para la retención de líquidos, para el contorno de ojos, tonificantes, para el contorno de labios, limpiadoras, antiimpurezas, reestructuradoras, exfoliantes, antimanchas, nutritivas, antiacné... y suma y sigue.
- Maquillajes: de día, de noche, de fiesta, de boda, de fantasía. Pero siempre, cómo mínimo, una tinturita que dé colorín a las mañanas defenestradas en que el verde-zombi se apodera de sus caras recién levantadas. Por orden de aparición: crema limpiadora, tónico, crema hidratante, pre-base antiimperfecciones, antiojeras, maquillaje base en crema, maquillaje en polvo, sombra de ojos, eye-liner, máscara de pestañas (incluso después de teñirlas...), colorete, barra de labios o brillo... Hoy he tardado dos horas en hacerle a una compañera un "maquillaje de día" (vamos, con lo que se va una a la ofi a currar de lunes a viernes. Algunas, el sábado, descansan...). Vale que estoy empezando, pero coño, ¡dos horas!
Muchas de estas cosas duelen. Y duelen mucho. O simplemente son molestas: el maquillaje más sencillo no te permite tocarte la cara para nada en todo el día, o te hace estar retocándote constantemente. Amigos hombres: intentad no frotaros un ojo en todo el día por mucho que os pique. O las operaciones se efectúan con productos -químicos o naturales da igual- agresivos, abrasivos, dañinos si se usan sin cuidado.
Todos los días. Uno detrás de otro.
Y todo ello por envidia. Porque un día una patricia romana vio a una esclava eslava y le dio envidia de su pelo rubio y de que no se le notara el bigotillo desde lejos. Porque una vez la esposa de un comerciante griego vio los ojos increíbles de una nubia -que sólo usaba maquillaje en los ojos para protegerse de la arena del desierto- y quiso imitar esas líneas negras. Porque las lindas pastorcillas de la edad media -que de lindas tenían lo mismo que sus cerditos- se morían de envidia al ver a las reinas y sus cortesanas con esas caritas de porcelana reluciente a las que no podía dar el sol - que de caritas de porcelana tenían lo mismo que las lindas pastorcillas-.
Y porque, todo sea dicho de paso, los hombres -desde que las mujeres dejaron atrás su traje de mona hasta el florecimiento de los metrosexuales más pasados de rosca- no dejan de imaginar lo que harían esos labios rojos, carnosos, brillantes, atrayentes..., pintados, con cierta parte de su anatomía.
Sin entrar en peluquerías, cirujanos ni vestimentas, en estos cursos estoy viendo cómo han de sufrir constantemente. Cómo ellas mismas se provocan una serie de sufrimientos que el concepto de Belleza fabricado por el ser humano ha ido modelando, remodelando y matizando a lo largo de siglos y siglos de arte, sociedad, sexo.
- Manicuras y pedicuras que arrasan con pieles sobrantes, con adminículos como el cortacallos o el cortacutículas, y que se han de repetir y repetir dos o tres veces al mes para que las lacas de uñas estén siempre perfectas. Parafinas, barros, queratolíticos, vaselinas, cremas hidratantes...
- Depilaciones: a la cera caliente, a la cera fría, a la cera tibia -pordiosyporlavirgendelascatorcetetas-, con cremas, con pinzas, con máquinas eléctricas... en todo el cuerpo. Y cuando digo todo quiero decir todo; desde los dedos de los pies hasta las cejas, pasando por las piernas, las ingles, el trasero, el pubis y el abdomen, los sobacos, el bigote y barba y algún que otro pelillo suelto en lugares recónditos que no nombraré aquí..., provocando quemaduras, moratones, irritaciones, sarpullidos. Y con repeticiones y repeticiones eternas: el pelo nunca para de salir. Nunca. Ni siquiera con retardadores del crecimiento, aunque digan que sí. Y donde dejan de salir es donde más tarde o más temprano te arrepientes: las cejas.
- Tintes y decoloraciones: y no, no hablo del cabello. El vello de cualquier parte del cuerpo que no se pueda, deba o quiera depilar, se ha de decolorar o tintar. Y las pestañas se rizan (sí, habeis leído bien, con líquido de permanente y todo) y, junto con las cejas, se tintan. Haced la prueba: yo me decoloré los brazos el jueves y hoy lunes ya se ven las raíces de los pelillos. Tintes de pestañas y cejas: hasta una vez al mes. Rizado de pestañas: uno cada tres meses. Decoloración: agua oxigenada más productos ricos en... amoniaco. Tintes: pues éso.
- Cremas varias y tratamientos faciales: de día, de noche, antiarrugas, regeneradoras, antiedad, para el cansancio, antibolsas, para la retención de líquidos, para el contorno de ojos, tonificantes, para el contorno de labios, limpiadoras, antiimpurezas, reestructuradoras, exfoliantes, antimanchas, nutritivas, antiacné... y suma y sigue.
- Maquillajes: de día, de noche, de fiesta, de boda, de fantasía. Pero siempre, cómo mínimo, una tinturita que dé colorín a las mañanas defenestradas en que el verde-zombi se apodera de sus caras recién levantadas. Por orden de aparición: crema limpiadora, tónico, crema hidratante, pre-base antiimperfecciones, antiojeras, maquillaje base en crema, maquillaje en polvo, sombra de ojos, eye-liner, máscara de pestañas (incluso después de teñirlas...), colorete, barra de labios o brillo... Hoy he tardado dos horas en hacerle a una compañera un "maquillaje de día" (vamos, con lo que se va una a la ofi a currar de lunes a viernes. Algunas, el sábado, descansan...). Vale que estoy empezando, pero coño, ¡dos horas!
Muchas de estas cosas duelen. Y duelen mucho. O simplemente son molestas: el maquillaje más sencillo no te permite tocarte la cara para nada en todo el día, o te hace estar retocándote constantemente. Amigos hombres: intentad no frotaros un ojo en todo el día por mucho que os pique. O las operaciones se efectúan con productos -químicos o naturales da igual- agresivos, abrasivos, dañinos si se usan sin cuidado.
Todos los días. Uno detrás de otro.
Y todo ello por envidia. Porque un día una patricia romana vio a una esclava eslava y le dio envidia de su pelo rubio y de que no se le notara el bigotillo desde lejos. Porque una vez la esposa de un comerciante griego vio los ojos increíbles de una nubia -que sólo usaba maquillaje en los ojos para protegerse de la arena del desierto- y quiso imitar esas líneas negras. Porque las lindas pastorcillas de la edad media -que de lindas tenían lo mismo que sus cerditos- se morían de envidia al ver a las reinas y sus cortesanas con esas caritas de porcelana reluciente a las que no podía dar el sol - que de caritas de porcelana tenían lo mismo que las lindas pastorcillas-.
Y porque, todo sea dicho de paso, los hombres -desde que las mujeres dejaron atrás su traje de mona hasta el florecimiento de los metrosexuales más pasados de rosca- no dejan de imaginar lo que harían esos labios rojos, carnosos, brillantes, atrayentes..., pintados, con cierta parte de su anatomía.
5 comentarios:
Bueno, tú tranquilo, maquillar es cuestión de práctica...lo que hoy han sido dos hora, dentro de poco serán 10 min...te lo digo yo.
Una vez conocía una chica que se maquillaba de camino al curro en los atascos...¡¡y se hacía la raya de los ojos perfectamente!! Eso es otro nivel, yo no podría.
Y si, la verdad es que algunas cosas de hacer son un coñazo y molestas...como por ejemplo maquillarse y desmaquillarse, decolorarse el vello e intentar estar monas a todas horas... Y lo peor es que otra cosas duelen y mucho...como por ejemplo, depilarse. Yo a los tíos que se depilan los mataba...ellos que pueden dejarse los pelillos y no sufrir el horror de la cera, van los gilipollas y se depilan...¡¡pa´bernos matao!!.
Ah! y al final te acostumbras a lo de no restregarte el ojo, cuesta un poco, y en ocasiones te pondrás el ojo negro de wevos porque no te acuerdas de que te has puesto la raya color "negro noche azabache", pero cuando te quieres dar cuenta, ya estás acostumbrado...¡¡todo es cuestión de técnia!!
Y repito lo que he dicho en alguna ocasión...¡¡yo quiero ser tu modeli para practicar!! jejeje.
Besines guapo!
Uff, hija mía. Yo contigo practico lo que tú quieras mientras tu novio nos deje. Éso sí: te dejaré comme une porte tres grande!!! XD
Por cierto, cuando hables con la Orga recuérdale que podríamos vernos este finde... Muaks!
Ups! hoy hablé con ella y se me olvidó decirselo..ejem... Se lo diré, pero te voy informando de su vida...
Hoy ha empezado a currar en la torre Picasso y mañana viene su chico para pasar el finde....
Ala! para saber más, marcar el number de la Olways y habláis vosotros pispos....jeje
Aaah! Es que hablé con ella en no sé qué momento de no recuerdo qué día, y me dijo "pues el finde después de ese otro finde que pasa tal cosa". Y como yo soy así y lo apunto todo en la pizarra de hielo, pues así me va... Ya hablaré con ella. Muaks!
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