Para un melómano del pop como yo lo increíble de la ópera es que escuches lo que escuches, en el idioma en que lo interpreten, te hace llorar.
Quizá Pavarotti no fue el mejor, o al menos éso dicen muchos entendidos. A mí me jorobaba particularmente su cara impávida, su expresión completamente impertérrita durante las actuaciones, pero reconozco que jamás he oído cantar a nadie tanto y tan variado consiguiendo que mi piel y mi vello se conviertan, con cada interpretación, en seres ajenos a mí, rebeldes y levantiscos, consiguiendo, con sólo dos primeras palabras, como con este Nessun dorma, que me falte el aire y me entren ganas de llorar ante las maravillas de que es capaz un ser humano, ante los sentimientos que una sola garganta puede despertar, revolver, y hacer salir a raudales por los poros, por los ojos, por las venas.
Adiós.
Quizá Pavarotti no fue el mejor, o al menos éso dicen muchos entendidos. A mí me jorobaba particularmente su cara impávida, su expresión completamente impertérrita durante las actuaciones, pero reconozco que jamás he oído cantar a nadie tanto y tan variado consiguiendo que mi piel y mi vello se conviertan, con cada interpretación, en seres ajenos a mí, rebeldes y levantiscos, consiguiendo, con sólo dos primeras palabras, como con este Nessun dorma, que me falte el aire y me entren ganas de llorar ante las maravillas de que es capaz un ser humano, ante los sentimientos que una sola garganta puede despertar, revolver, y hacer salir a raudales por los poros, por los ojos, por las venas.
Adiós.
6 comentarios:
Y tanto.
Snif :-(
Cuando estuve en los USA, alla por el año 1990, aproveche para comprarme el CD de los 3 tenores en Caracalla... Una de mis mejores inversiones. Todavia se me pone la piel de gallina. Ainsss. Parece que solo se murieran los buenos ¡¡¡
Snif...
¿Y tú, te tienes que ir nada menos que a USA para comprarte un disco de vez en cuándo? ;)
Buena apreciación Luís...jeje
Hija, es que luego todo se sabe, que éste es de los que van a la FNAC a... ¡ejem! ¡¡mirar los escaparates!! XD
Pavarotti tenía una voz privilegiada, y aunque su versión del Nessun Dorma, es de las mejores, tiene multitud de interpretaciones que te ponen los pelos de todo el cuerpo como escarpias. Su Rodolfo, de Un ballo in Maschera de Verdi, su Rodolfo de Luisa Miller, su Otello, su Edgardo de Lucia di Lammermoor... Hemos perdido una gran voz, y estamos perdiendo toda la generación de posguerra, la que revitalizó el género: Schwarkopf, Nillson, Regine Crespin, Beverly Sills... En fin, todavía nos queda Plácido y Monserrat.
Por cierto, alguien fue a la Plaza de Oriente a su concierto! FUE LA OSTIA, con perdon!
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